teatro
Joan Ollé y la pesadilla de una noche de verano
El TNC le da la vuelta al clásico de Shakespeare «El sueño de una noche de verano» y lo transforma en pesadilla
Joan Ollé dio un paso hacia atrás cuando recibió el encargo de dirigir «Sueño de una noche de verano» en el Teatre Nacional de Catalunya. «Sólo he puesto en escena un Shakespeare en mi vida, “Romeo y Julieta”, en 1983, porque tengo mucho respeto al gran maestro», reconoce abiertamente Ollé que ha caído rendido en las garras de este sueño veraniego.
Dándole vueltas y más vueltas, ha optado por darle un giro contemporáneo y mostrar «una pesadilla fruto de una noche de amor». La obra se interpreta en las funciones de final de curso en todos los colegios británicos pero Ollé cree que no es tan alegre como aparenta: «Tiene diferentes lecturas y capas; Shakespeare es más moderno, más joven, más sabio que tú».
La boda del Duque de Atenas (Pere Eugeni Font) y la reina de las Amazonas (Victòria Pagès) y las citas entre Hermia (Claudia Benito) y Lisandro (Albert Prat) son la parte contratante de esta historia. Pero completar este montaje sube a escena un gran elenco. Actores veteranos como Lluís Marco, Mercè Arànega, Pere Eugeni Font, Joan Anguera y Enric Majó y jóvenes intérpretes como Laura Pujolàs o Pau Viñals.
Mercè Arànega, que da vida a Titania, la reina de las hadas, devela la fuerte personalidad de su personaje: «Titania es capaz de desencadenar una guerra y separarse del rey Oberon, con el que lleva 400 años, cuando le piden que renuncie a su hijo adoptivo». Lluís Marco, en el papel de Oberon, remarca que «en los tiempos que corren es una proeza que haya dieciocho personas en escena, un homenaje al teatro». Y Enric Majó, Egeo en escena, incide en el buen hacer de la nueva generación de actores «capaces de someterse a las disciplinas más clásicas».
Ollé quita hierro al asunto cuando compara las flores de Puk que se supone que tiene el poder de enamorar con un gin tonic a las cinco de la mañana en Luz de Gas. «He tenido la gran suerte de contar con el traductor Joan Sallent que se ha implicado tanto que en los ensayos ha estado al lado de los actores para enseñarles los trucos de la métrica del texto», celebra Ollé.
Tres escenarios acogen esta gran fábula. El Partenón de Atenas, que tiene mucho que ver con el edificio del TNC que diseñó Ricardo Bofill; el taller de los artesanos y un bosque con árboles sin hojas y un banco.
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