El Barça confía en que Colau no ponga trabas a su reforma

El club azulgrana quiere empezar la remodelación del Camp Nou en 2017

El Barça confía en que Colau no ponga trabas a su reforma abc

luis buxeres

El FC Barcelona lleva más de un año trabajando en el proyecto de reforma de sus instalaciones, tanto en Les Corts como en Sant Joan Despí. Desde que se aprobara en referéndum el pasado 5 de abril de 2014 el «Espai Barça»; el nuevo Camp Nou, el nuevo Mini Estadi y el nuevo Palau Blaugrana han ido cogiendo forma.

Con el Ayuntamiento de Sant Joan Despí el entente es total y el próximo mes de enero comenzarán las obras del nuevo estadio para el filial azulgrana. Hasta ahora, la sintonía con el Consistorio de Barcelona también era muy buena. En el club azulgrana esperan que el panorama no se vea alterado por el cambio de color de la Plaza Sant Jaume tras el triunfo de Ada Colau en las municipales.

Durante este último año de trabajo, varios técnicos del Ayuntamiento barcelonés han trabajado codo con codo con el club azulgrana y con las empresas responsables de las distintas áreas del gigantesco proyecto, que tiene un presupuesto global de 600 millones de euros. «No nos preocupa el cambio de alcalde. La nuestra es una propuesta de club para la ciudad, no para un alcalde en concreto. Además, hemos estado trabajando con técnicos del Ayuntamiento y han dado su visto bueno. Ellos no son de ningún partido», aseguró ayer Jordi Moix, vicepresidente del club, durante la presentación de los trabajos realizados.

Sondeo a todos los partidos

Durante los últimos meses, el Barcelona ha ido sondeando a casi todos los partidos políticos sobre el «Espai Barça» y no anticipa problemas pese al resultado de las elecciones del pasado domingo. «Aspiramos a que el máximo de fuerzas políticas apoyen el proyecto. Vamos a trabajar con la misma consistencia con la nueva alcadesa y esperamos la complicidad de todas las fuerzas políticas. Queremos abrir 20 hectáreas del club a la ciudad para que sea un espacio permeable para todo el barrio», confirmó Moix.

El Barcelona ya intentó un plan de reordenación similar en los años 90 bajo el mandato de Núñez, el llamado «Barça 2000», y años después fue Laporta el que propuso la remodelación del Camp Nou bajo la batuta Foster y la venta del Mini Estadi. Dos proyectos que no vieron la luz principalmente por la oposición vecinal.

El club no quiere cometer el mismo error tres veces. «Les hemos explicado a los vecinos la filosofía de nuestro proyecto con la vocación de encontrar un consenso. El crecimiento en la actividad del club revierte en el crecimiento económico del barrio», recalcó Moix. La última pieza del puzle la debe colocar la nueva alcaldesa.

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