Sant Gervasi transforma el depósito de aguas del Rey Martí en un espacio cultural
El espacio, cuyas obras de adecuación comenzarán en el primer trimestre de 2015, será un equipamiento para «actividades singulares»
El Rey Martín I de Aragón (Gerona, 1356-Barcelona, 1410) eligió como residencia estival el castillo de Bellesguard sito en el Barrio de Sant Gervasi de Cassoles. Al morir el rey, el castillo quedó en ruinas y en el siglo XVII sirvió de refugio para el bandolero Serrallonga. Años más tarde Antoni Gaudí recibió el encargo de rehabilitar el edificio y lo convirtió en un edificio neogótico respetando al máximo la anterior construcción. Esta vivienda fue escenario del filme de Bigas Luna «Angustia» y desde hace un tiempo se visita.
Pero ahora el protagonista no es el castillo sino su depósito de aguas pluviales. «Recuperamos esta sala hipóstila de 600m2 y la vamos a convertir en un espacio de uso cultural polivalente», explica Joan Puigdollers, regidor del distrito Sarrià-Sant Gervasi. Por su parte, Jaume Ciurana, teniente alcalde cultura del Ayuntamiento de Barcelona, destaca la singularidad de este espacio: «Será un equipamiento para actividades singulares como por ejemplo alguna actividad de la Semana Negra o la Semana de Poesía de Barcelona».
Las obras empezarán durante el primer trimestre de 2015 y se centrarán principalmente en la impermeabilidad y la reverberación del sonido. También se abrirá un acceso directo por la calle Bellesguard.
Los vecinos estarán felices con este nuevo equipamiento que se suma a la Bibiloteca Maragall de la calle Sant Gervasi de Cassoles y a los jardines de la casa de Julio Muñoz Ramonet de Muntaner.
Este depósito subterráneo transformado en un espacio cultural contará por encima con un jardín que se acondicionará a lo largo de 2015. El coste global del proyecto será de 1,7 millones de euros, de los cuales 1,5 provienen del Ayuntamiento a través del convenio con la Diputación de Barcelona, y 200 mil euros del Distrito, que finanza la urbanización de la superficie a la cual se accederá por la calle Jaume Càncer.
Por último, Jaume Ciurana recordó que la actual Biblioteca de la Universidad Pompeu Fabra situada en la calle Wellington también fue un depósito de aguas.