Trias ya fantasea con una Barcelona capital de Estado
El «Libro Blanco, Barcelona Capital de Estado» recoge las reflexiones de 149 expertos sobre una Cataluña independiente
El alcalde de Barcelona, Xavier Trias, presentó ayer en el Saló de Cent del consistorio el "Libro Blanco, Barcelona Capital de Estado", que recoge las ideas de 149 personalidades catalanas de distintos ámbitos sobre una posible Barcelona como capital de un estado. En el acto, el alcalde se mostró esperanzado con la consulta del próximo domingo y aseguró que "el 9-N será el momento para volver a sentirnos protagonistas de nuestro futuro".
La obra, que según fuentes municipales ha costado casi 50.000 euros y ha sido encargada por el Ayuntamiento de Barcelona para conocer las ventajas en inconvenientes de convertirse en capital estatal, puede, según expresó el alcalde, "ayudar a construir un proyecto de futuro para un país más justo y mas libre". Además, Trias añadió que "las reflexiones que incluye no tienen fecha de caducidad".
El acto también incluyó una simulación de una reunión de algunos de los expertos que colaboraron en el libro diez años después de su redacción, en 2024. En este encuentro irónico algunos de ellos mostraron algunas de las reflexiones que plasmaron en el Libro Blanco. Así pues, Marta Espasa, profesora titular de Hacienda Pública de la Universidad de Barcelona, explicó que Cataluña sería "un país pequeño como Suiza o Austria, descentralizado, con las competencias distribuídas, y que las empresas no se marcharían porque buscan la capacidad de investigación e innovación".
Por su parte, Bonaventura Clotet, director de IrsiCaixa y jefe de la Unidad de VIH del Hospital Trias i Pujol, habló acerca del crecimiento de la investigación catalana si se llegara a la independencia y se mostró partidario de establecer una ley de mecenazgon para impulsar la creación de conocimiento y la educación en escuelas y universidades.
Otra de las ideas que destacaron fue la del economista Miquel Puig, que situó la capital administrativa de Cataluña en Manresa, alegando que Barcelona no tiene espacio para acoger todas las instituciones de un estado ni para soportar el aumento de población que se derivaría. Ante esto, el presidente del grupo del PSC del Ayuntamiento, Gabriel Colomé, se manifestó lamentando que se cuestionara la capitalidad de la ciudad condal.
Por otro lado, la monja teresiana Victoria Molins dijo que se debería intentar que Barcelona volviera a ser la ciudad industrial del pasado, aunque evitando las desigualdades de poder, facilitando así el crecimiento de la pequeña y mediana empresa. La monja también solicitó la reducción de los horarios laborales para que todo el mundo tenga acceso al trabajo.