entrevista a fabian mohedano
«La clave del fracaso escolar está en los horarios actuales»
Las ventajas de comer a las 13 horas y cenar a las 20 horas son inmensas en el terreno de la salud, el trabajo y el voluntariado
El Parlamento catalán ha creado una comisión de estudio sobre la reforma horaria. Las ventajas son inmensas y Fabian Mohedano, impulsor de la Iniciativa para la Reforma Horaria.
—Su proyecto supone cambiar la mentalidad de todo un país...
—Tenemos un desfase en cuatro temas. Comemos a las 15h y cenamos a las 21h cuando en el resto del mundo rige el horario solar. Eso es producto del franquismo y de los años sesenta. Además, tenemos una cultura presencial, no trabajamos por objetivos o productividad. Tenemos un calendario con una herencia tradicional y católica que hace que los niños estén 90 días al año sin ir al colegio. Y en agosto se paraliza todo. El cuarto desfase es el huso horario. España, Francia y Benelux deberíamos estar con el huso de Inglaterra y Portugal, pero estamos en el de Berlín por culpa de Franco. Nuestra propuesta es volver a comer a las 13h y cenar a las 20h.
—Es exige un voluntarismo personal. Ahora usted y yo deberíamos estar comiendo, pero estamos tomando el aperitivo.
—La plataforma ha nacido para tener una vida de tres años. En 2015 haremos campañas de sensibilización y pruebas piloto y, en 2016, tiene que haber un momento cero en el que se produzca la reforma.
—El apagón...
—Necesitamos una ley Omnibus que ajuste toda una serie de cosas. Nosotros no somos Corea del Norte, no podemos poner una pistola en el pecho a la gente para que vaya a comer a la misma hora, pero sí podemos ayudar a que la gente coma a la 13h porque ahora no puede. La mejor política social y educativa es la reforma de los horarios. Si logramos que las clases populares y medias puedan ir a recoger a sus niños al colegio, combatiremos el fracaso escolar. Ese fracaso no solo se refiere a la calidad del sistema educativo, también es importante el acompañamiento de las familias a los menores. Ahí está la clave del fracaso escolar. Si podemos disponer de más tiempo para leer, hacer deporte, practicar el asociacionismo y dedicarnos al cuidado de las personas, algo que ahora solo hacen unos pocos, garantizaremos el estado del bienestar.
—¿Las empresas cómo reaccionarán?
—La multinacional con sede en nuestro país tiene ya un horario de 9 a 17h. Luego están las grandes empresas, que son un 1% en Cataluña y están ya adaptadas. Las que no están adaptadas son las pequeñas y medianas empresas que concentran el 70% de los trabajadores. Ahí es donde hay que trabajar más porque hay una cultura muy presencial, con horario partido.
—¿Nuestros horarios responden a una costumbre mediterránea, la de trasnochar, divertirse…?
—No, eso es un mito. En Italia, en Portugal o en Grecia se cena a las 19h. Eso no quita que, después se salga a la calle y se disfrute. Lo que pasa es que ellos salen de 20 horas hasta las 3. El drama actual es que, aquí, los jóvenes se presentan en las discotecas directamente a las 3 de la mañana y bebidos. No consumen, no hay ganancias en los locales y llegan en condiciones lamentables.
—Si la crisis remite ¿es más fácil lograr esos objetivos? Poder decir que no a horarios imposibles…
—La crisis puede ser una oportunidad, por ejemplo, hay gente que se ha acostumbrado a llevarse la fiambrera al trabajo en lugar de irse al bar. También han aparecido grupos de ayuda mútua en los barrios. El joven de entre 30 y 40 años está volviendo a casa. El reparto de tareas sigue siendo desigual, pero el hombre puede hacer muchas cosas. Las teorias de management dicen que ya no se quiere a un hombre esclavo de su trabajo las 24 horas. Quieren a hombres más sensibles y humanos, contectados con la realidad. El modelo del yuppy de los ochenta está ya superado.
—¿Cuáles son los perjuicios de los horarios actuales?
—La falta del sueño es muy importante, influye en el fracaso escolar y en los transtornos de conducta de los menores. Provoca baja productividad en los adultos. Problemas cardiovasculares, de concentración, estrés. Dormimos poco porque si volvemos tarde a casa necesitamos tiempo de descompresión, queremos estar con la familia y ver la tele más rato. El cansancio provoca más accidentes de tráfico y laborales. Una baja participación asociativa y democrática, lo que provoca que tengamos una clase política profesionalizada. No tenemos una base de voluntarios en la franja de edad entre 30 y 50 años..
—Las agendas de los políticos no son muy sostenibles, eso condiciona.
—Si alguien ve al alcalde de Barcelona pasear a las 6 de la tarde, el primer día resulta simpático. Al tercero, la gente piensa que es un vago. Eso no pasa en otros países. Sin una demanda social no pueden prosperar nuestra iniciativas. La ley del tabaco tuvo éxito porque la sociedad reaccionó y cambió de hábitos.
—Pero la ley del tabaco incluía sanciones, y en este país parece que solo funcionamos a base de multas.
—Nosotros contemplamos incentivos para las empresas que hagan la reforma horaria. Y habrá que estudiar la normativa laboral, tanto los convenios colectivos como el Estatuto de los trabajadores, para facilitar la fusión del almuerzo con la comida. Otra medida sería que el plus de nocturnidad que se da a partir de las 22horas se haga a partir de las 20h. Tiene que haber un apagón, no puedes implicar a toda la sociedad si, por ejemplo, las televisiones siguen teniendo el «prime time» a las 21 horas o las 22h.
—¿Dónde queda la siesta?
—La siesta es un mito, en las grandes ciudades no hay siesta. Aunque hay países que tienen regulada la siesta por ley, como China o Chile.