Atención a las palabras

Hemos escuchado atónitos las palabras del presidente de la Generalitat y número 4 de la candidatura de coalición electoral de Convergència y Esquerra, Artur Mas, el pasado fin de semana. No quiero que pasen desapercibidas. Debemos tenerlas muy presentes por la peligrosidad que conllevan y por eso voy a dedicar este artículo a tan lamentable momento. Mas proclamó con toda solemnidad y la maquinaria gubernamental y propagandística a su servicio, que se está con él o contra él, que quien no esté con él estará en contra de Cataluña. Ni más ni menos. Es para echarse a temblar.

Tales palabras no pueden pasar desapercibidas en ningún caso. Son peligrosísimas, inaceptables, dan miedo. Recuerdan a épocas oscuras de la historia de nuestro país en las que la democracia y el respeto a la pluralidad brillaban por su ausencia. ¿Qué debemos pensar el resto de catalanes que no queremos que él siga presidiendo la Generalitat? ¿Qué piensan de nosotros los que sí quieren separarse del resto de España? Es fácil, los que apostamos por la convivencia con el resto de españoles, por la concordia y por la unidad somos el enemigo a batir. Dicho desde la máxima institución pública catalana.

Como alumno aventajado de los mejores líderes populistas, Artur Mas se atribuye al «pueblo» en propiedad. De esta manera, haciendo una asociación de ideas sencilla, aquellos que no pensamos como él somos el enemigo del pueblo.

Sirvan estas líneas para denunciar este hecho y para poner toda la atención en este aprendiz de mesías que pretende llevar a Cataluña a un callejón sin salida, enfrentando a los catalanes entre ellos, a los catalanes con el resto de españoles. No lo debemos perder de vista. Las palabras dejan rastro, quedan ahí para los tiempos, y las de Artur Mas aparte de hirientes, son peligrosas, inaceptables y totalmente condenables. No cabe en democracia aceptar que alguien cree enemigos públicos, potencie bandos para irlos enfrentando continuamente por intereses políticos y partidistas. No es algo espontáneo, no es improvisado. El discurso del odio de Mas está premeditado y reflexionado, lo que le añade gravedad y peligrosidad a sus palabras y a sus intenciones. Que todo el mundo tenga claro que desde el Partido Popular no vamos a permitir que él, CiU, ERC y las coaliciones que sean rompan nuestra tierra, no vamos a permitir que nos enfrenten entre nosotros, que destrocen la convivencia en paz que tantos años nos ha costado consolidar.

Enric Mllo es vicesecretario de acción política y portavoz parlamentario del PP.