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Con la pata «palante»

La lidia, sea política o empresarial, hay que afrontarla con determinación torera

joan carles valero

El jurista y profesor universitario Javier López-Galiacho, patrono de la Fundación San Pablo CEU, presentó ayer en la Universidad Abat Oliba-CEU su libro «De frente, en corto y por derecho» (Pigmalión), que para no llevar a equívocos lleva por subtítulo: «Ensayo de una tauromaquia para el liderazgo personal y empresarial». La obra demuestra que la filosofía de los toros es transmisora de una ética, de unos valores muy útiles para lidiar el toro de la vida.

En el libro, el autor aporta su visión sobre el liderazgo como la lidia del miedo al propio miedo, la necesidad de la vara para medir la valía o la amistad de las personas en la dificultad, el ajuste del comportamiento individual a la ética universal, la pasión y la vocación por lo que se hace, la resiliencia ante los golpes de la vida, la soledad en la toma de decisiones, la gestión de los riesgos inherentes al hecho de vivir, el valor de lidiar la vida con el hierro de las tres «P» (prudencia, paciencia, y perseverancia), la apuesta por una vida saludable o el saber decir adiós, entre otros tantos.

En la línea Ortega y Gasset o Pérez Galdós, la obra reivindica la fiesta como una vía para entender el alma española. Tierno Galván dijo que el carácter español se construyó a través de la tauromaquia. Pero la cultura española ha sido solapada por la anglosajona y ha relegado los toros, una de nuestras máximas señas de identidad. En Francia, aprovecharon que la Unesco consideró la cetrería como patrimonio inmaterial de la Humanidad para defender la candidatura de la tauromaquia. Argumentaron y ganaron el envite. La presentación del libro contó con un padrino de lujo, Luis Francisco Esplá, el más intelectual de los toreros y el más torero de los intelectuales.

El maestro señaló que «pocas profesiones aspiran a la excelencia con el celo del toreo», porque no basta con una buena tarde, si no se alcanza el triunfo de una faena cuajada.

La lidia, sea política o empresarial, hay que afrontarla con determinación torera. Desde la verticalidad, con valor y dominio de sí mismos, sin mostrar emociones ni miedo.

En el momento en el que se sincroniza la embestida del toro con el cite del maestro, ya sea con el capote legislativo o la muleta de las elecciones, siempre se tiene que echar la pierna «palante» para así acompañar el viaje del toro con la cintura. Sólo de esta forma, el líder lidiará con ventaja, lo que no quiere decir por eso que evite ser cogido.

Es en los momentos de tribulación cuando hay que cargar la suerte.

Con la pata «palante»

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