tribuna abierta
Los amigos de mis amigos
¿Os imagináis a Carmen Chacón opinando sobre lo que podría llegar a dividir a una familia un posible desahucio?
Últimamente, asistimos en Cataluña a una especie de campaña que, con escaso éxito y con efectos contrarios a los deseados, pretende instalar a modo de cansino mantra la idea de que el ‘proceso’ está dividiendo a familias y sociedad en general. Si tuviera que postularme a “modo Chacón”, supongo que haciendo de lo particular lo general, diría que lo que divide a buena parte de nuestras familias son fenómenos tan naturales como la insoportable, y por suerte pasajera, levedad de nuestros adolescentes. O tal vez cosas tan coyunturales y sanas como las candidaturas barcelonistas de Laporta y Bartomeu. Pero sobre todo lo que une es ver la hipocresía de quienes cada cuatro años aparecen por Cataluña a recuperar energías renovables para sus carreras personales. Pero tranquilos, quién posibilitó algo tan “progresista” como los desahucios exprés está inhabilitada en su credibilidad para pontificar sobre divisiones. ¿Os imagináis a Carmen Chacón opinando sobre lo que podría llegar a dividir a una familia un posible desahucio?. Pues eso, en una sociedad madura y desacomplejada como la catalana, la democracia, los votos y la denuncia de la hipocresía política nunca dividirán sino reforzarán.
Tal vez haya sido esa cerrazón intelectual o interesada, la que me ha llevado a releer un divertido, y a pesar del título riguroso libro, Cómo discutir con un fundamentalista sin perder la razón, del profesor de filosofía ya jubilado Hubert Schleichert. Tesis principal: no argumentes con quien te niega la mayor, es decir, los principios de la argumentación. No se podrá instalar en la realidad aquel que no entre en el juego de las inteligencias compartidas, aquel que trate al otro como un ser equivocado. En definitiva, que no reconozca al menos, la legitimidad de quien aspira a su propia felicidad. Si no es así, pensaremos que quien amenaza con las siete plagas se encuentra en peligro. O tal vez sea un ingenuo y Chacón no se sienta amenazada. De hecho, todavía no hemos oido a su partido pedir disculpas creibles por la corrupción. Convendrán conmigo que resulta surrealista que quienes peores resultados electorales han obtenido en Cataluña en estas últimas municipales achaquen su división al proceso como si la gestión política de sus líderes no tuviera nada que ver en esos resultados. Al contrario, a algunos de ellos los van a catapultar hacia la candidatura a la presidencia de la Generalitat. Rima con sepultura.
Acabo con un apunte que pretende ser inocuo y divertido de otra posible candidatura : la de la lista rebautizada ahora como la lista “con” el President Mas. Con todos los respetos y reconociendo muchos méritos al Honorable, a mi me recuerda a aquel chiste andaluz según el cual la máxima de ”los amigos de mis amigos son mis amigos” lo inventó un catalán sin piscina. Fundamentalistas, no enfadarse.
Jordi Del Río es periodista