tribuna abierta
El PSC capea el temporal
El PSC no sólo consigue resistir en el área metropolitana. También mantiene la primera posición en dos capitales de provincia: Tarragona y Lleida
Las elecciones municipales del domingo en Cataluña dibujan un nuevo mapa político donde el diálogo y los pactos para asegurar una mayoría estable de gobierno van a ser una necesidad casi en todas partes.
Y en este nuevo mapa, donde irrumpen con fuerza nuevos partidos, el Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC) se mantiene como segunda fuerza más votada muy a pesar de la fragmentación de la izquierda y de las escisiones sufridas en los últimos tiempos. Ciudades metropolitanas donde vive la mayor parte de la población de Catalunya como Cornellà, Granollers, L’Hospitalet, Santa Coloma de Gramenet, Sant Joan Despí, Esplugues, Gavà, Sant Boi, Terrassa o Viladecans muestran como los alcaldes y alcaldesas socialistas revalidan mayorías donde gobiernan, donde la ciudadanía ha dado por buena una gestión centrada en dar respuesta a la emergencia social con políticas sociales y servicios de proximidad, priorizando la lucha contra el desempleo y las desigualdades, y también una campaña en clave local arraigada al territorio, ajena al «procés» y centrada en aquello que realmente importa a los ciudadanos y ciudadanas.
Pero el PSC no sólo consigue resistir en el área metropolitana. También mantiene la primera posición en dos capitales de provincia: Tarragona y Lleida -donde, eso sí, tocará pactar-, y en municipios de las provincias como Tremp, El Vendrell o Ulldecona, en la Vall d’Aran o el Maresme, donde recupera la ciudad de Mataró.
Cierto es que en Barcelona, el PSC ha sido víctimas de la polarización entre el alcalde nacionalista y la candidata antisistema Ada Colau, pero Jaume Collboni ha consolidado su liderazgo exhibiendo con orgullo el legado socialista, y sin duda puede ser un factor decisivo de gobernabilidad y progreso.
En clave española, es muy relevante el retroceso del Partido Popular (PP) en el conjunto del territorio, perdiendo más de 2 millones de votos y la mayoría absoluta en feudos históricos como Valencia o Madrid. Y ello, junto con el mantenimiento de Asturias por parte del PSOE, podría permitir a la izquierda sumar en la Comunidad Valenciana, Extremadura, Castilla la Mancha, Baleares y Aragón, lo cual anticiparía la consolidación de una alternativa de progreso en las elecciones generales, siendo el PSOE el eje del cambio. En definitiva, estas elecciones municipales han demostrado que el PSC sigue ahí como segunda fuerza municipalista de Cataluña, con un proyecto y una cantera de dirigentes solventes que apuntan al futuro. Y también han puesto de manifiesto que Cataluña es cada vez más plural y de izquierdas, que la ciudadanía no está detrás de Artur Mas, y que «el procés» corre el riesgo de ser aparcado.
Esther Niubó es portavoz del PSC.