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La estética del traje ceñido

El insulto es un arte viejo, y muy entretenido en estos tiempos de campaña electoral permanente que convierte a los políticos en estrellas del espectáculo

oti rodríguez marchante

El insulto es un arte viejo, y muy entretenido en estos tiempos de campaña electoral permanente que convierte a los políticos en estrellas del espectáculo, casi al estilo del también viejo Hollywood . Albert Rivera parece hasta el momento la diana más perseguida para colocarle el dardo, casi tanto como lo fueron en su día Bette Davis o Joan Crawford (ambas tenían tanto talento para insultar como para ser insultadas… ¡Qué frase le evacuó Davis a Crawford cuando le dijo aquello de que «jamás me sentaría en tu retrete»!). A Albert Rivera ya le han llamado casi de todo, desde aquel infantil «Naranjito» al ingenioso «producto farmacéutico» con el que calificaba ayer al líder de Ciudadanos el serio columnista de La Vanguardia Antoni Puigverd.

También decía (y no quedaba claro si como insulto o como halago) que Rivera es mucho más que un figurín a la moda, aunque le otorgaba el punto de modernidad debido a que ha incorporado a su indumentaria la estética de la corbata estrecha y el traje ceñido «de los que hoy marcan tendencia»…

Lo cual, permitía al serio y equilibrado artículo convertirse en un modelo (¿involuntario?) de cadeneta para la producción de chistes, y no todos buenos, puesto que encabezaba el escrito una foto del autor precisamente con una corbata, no de nudo grueso, sino uno de esos nudos que parecen el puño de Floyd Mayweather (ya con el guante), y justo al lado aparecía una foto de Francesc Homs, que debe de ser el colmo de la modernidad, a juzgar por el traje que lleva, tan prieto, al menos de cintura para abajo, que más que «marcar tendencia», marcaba otra cosa, y no sé si me explico.

Tal vez a Rivera le haya hecho gracia lo de «producto farmacéutico», pero al que se le ve contento en la foto es a Homs, que implanta por decreto a un representante de la Generalitat en la Unesco…, «una presencia que la aprovecharemos», dijo, y seguramente con razón, pues, al menos el representante, ya puede empezar a aprovecharla al máximo con un contrato de un año renovable y haciéndose imprimir en varios cientos de tarjetillas la leyenda pertinente de Representante (o embajador) de Catalunya en la Unesco.

Otros productos de farmacia para aumentar el ego: Megayó, Decidirón Complex y Secesionil Pharma en grageas o supositorios.

La estética del traje ceñido

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