La privatización sanitaria acorrala a Boi Ruiz tras un polémico mandato
La creación del Consorcio Sanitario de Lleida subleva a agentes del sector y sindicatos
La alargada sombra de la privatización planea desde hace meses sobre el proyecto del Consorcio Sanitario de Lleida, un ente que el Govern pretende crear para unificar toda la sanidad pública de la provincia. El Consorcio, impulsado por el consejero de Salud, Boi Ruiz, tiene como finalidad integrar en un solo organismo los servicios sanitarios leridanos que dependen de dos empresas públicas: Gestió de Serveis Sanitaris (GSS) y el Institut Català de la Salut (ICS), que es el gran ente público que gestiona ocho grandes hospitales y el 80% de la atención primaria de Cataluña.
Sindicatos y agentes del sector sanitario público se han sublevado en bloque contra la iniciativa, que ha monopolizado el debate político de los últimos meses. Los defensores de la sanidad pública ven una amenaza en el planteamiento del proyecto ya que, según denuncian, «abre abiertamente la puerta a la privatización del sector». Los partidos políticos han dado también un ultimátum al Govern para que paralice su creación. El pleno del Parlament aprobó la semana pasada una moción en la que «lamenta» que la Generalitat haya «incumplido» otra moción anterior sobre el Consorcio y le insta a «frenar» su proceso de creación «de forma inmediata». Ruiz desoyó el primer pronunciamiento de la Cámara, inició la fase administrativa y llevó a exposición pública el Consorcio.
En el último texto aprobado, el Parlament «lamenta el incumplimiento de la moción 190/X y, en consecuencia, insta al Govern a parar el proceso de creación del Consorcio de Lleida de forma inmediata, y en todo caso, como máximo el día después de la publicación de la (presente) moción en el Boletín Oficial del Parlament».
Todos los partidos excepto CiU rechazan la creación del Consorcio Sanitario de Lleida, ya que lo consideran un mecanismo encubierto de privatización de la sanidad pública en esa provincia, informa Efe.
Más allá del escenario político, en el ámbito sindical los ánimos están también encendidos. El sindicato Metges de Catalunya (MC) ha presentado alegaciones contra la propuesta del Govern para la constitución del Consorcio, aprovechando el trámite de información pública, para pedir la paralización y retirada del plan al considerar que «solo contribuye a la hipertrofia organizativa, con el consiguiente incremento de cargos, mandos y gastos».
En sus alegaciones, MC considera que el actual modelo organizativo sanitario ya dispone de «mecanismos suficientes para conseguir una gestión más racional y eficiente» sin necesidad de crear nuevas entidades, informó en un comunicado. Asimismo, el sindicato advierte de que el nuevo ente jurídico implicará la coexistencia de diversos regímenes de personal, con diferentes regulaciones normativas y condiciones de prestación del servicio que «será fuente de distorsiones, a no ser que se establezca un convenio único para los facultativos que homologue las condiciones retributivas y laborales del personal médico implicado».
Médicos de Cataluña, sindicato mayoritario en el sector, cree que el proceso de laboralización de la plantilla previsto comportará «una pérdida de transparencia e imparcialidad en los procesos de contratación», y reitera su preocupación por que el objetivo de reducir gasto se traduzca en un recorte de puestos de trabajo.
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