tribuna abierta
La Tercera España: ni regeneradora ni transversal
A muchos nos quedó claro hace mucho tiempo que Ciudadanos y UPyD eran lo mismo y más de lo mismo
Con este nombre nos reconocíamos a nosotros mismos, de manera bastante engreída, los fundadores de Ciudadanos y de UPyD.
Esta Tercera España de los partidos bisagra, nace una en Cataluña y la otra en Vascongadas por una única necesidad fundamental, que es la de defenderse de la dictadura nacionalista por parte de aquellos ciudadanos que nos negamos a renunciar a nuestras raíces culturales y lingüísticas en nuestro propio país y que no reconocemos otra nación y estado que la histórica y constitucional de España.
La colaboración entre los partidos nacionalistas de ambas regiones con los de ámbito nacional, por razones de conveniencia táctica y política unas veces con los socialistas y en ocasiones con los liberal conservadores, determinan que quienes sufrimos la opresión nacionalista directamente, nos sintamos traicionados y desamparados por parte de estas fuerzas y en consecuencia por parte de los sucesivos gobiernos de España.
Así nacen Ciudadanos y UPyD, como movimientos de Resistencia y de Autodefensa, formados por aluvión de ciudadanos fundamentalmente «charnegos» o «maquetos» pero con pensamientos ideológicos diversos, que no transversales y que van desde el franquismo sociológico y el tradicionalismo hispánico ultra católico hasta la extrema izquierda comunista, maoísta, trotskista, etc.
Su objetivo fundamental al convertirse en movimientos o partidos políticos, además del citado de resistencia y autodefensa, se convierte en la necesidad perentoria de acabar con el sistema que les ha impedido su representación social y política, es decir en la profundización y la regeneración de la democracia, lo que los convierte casi automáticamente en unos partidos anti sistema, en relación a los partidos nacionalistas y a los partidos nacionales.
El inconveniente principal para que estos planteamientos triunfen es que son insuficientes para convertirse en partidos de masas y de opción de gobierno, por lo que solo pueden aspirar a ser pequeños grupos de presión o partidos «bisagra». Si añadimos a ello que en el desarrollo de su acción política traicionan sus propios principios, se convierten en partidos «leninistas», con caudillos como únicos protagonistas y con luchas por el poder encarnizadas que desmienten sus intenciones re generacionales y acaban con el pretendido «aire fresco» para aportar a la política.
A muchos nos quedó claro hace mucho tiempo que Ciudadanos y UPyD eran lo mismo y más de lo mismo. Uniéndose como única posibilidad de supervivencia, solo sumarán mas humo para hacer la nube más grande y asfixiante.
Ángel Hernández Guardia es presidente de MC 12-O, fundador nacional de UPyD y excoordinador en Cataluá de UPyD.