tribuna abierta
Lérida: transición y mujeres en el Ejército
Estas mujeres han mostrado un elevado espíritu de sacrificio y en cambio han sido poco reconocidas
Con motivo de la exposición montada por la Paeria a través de la regiduría de Derechos Civiles, Cooperación e Igualdad, sobre la Transición democrática en Lérida, se nos pidió colaborar junto a otras entidades y ciudadanos, aportando algún documento, objeto o testimonio que sirviera para enriquecer dicho proyecto desde la óptica del Ejército que, en aquella época, tenía una guarnición militar muy importante. Así lo hicimos, y en la exposición que puede verse en el Centro de Arte La Panera queda nuestra modesta aportación.
Uno de los aspectos que interesaban era conocer si la mujer había tenido una especial incidencia en aquella época en el Ejército. La incorporación de la mujer a las Fuerzas Armadas (FAS) se produce de forma parcial a partir de 1988, fecha que sobrepasa el periodo de la exposición; pero en Lérida, en aquella época, existía un cuerpo singular que vestía un uniforme militar y realizaba sus estudios y prácticas en el Hospital Militar. Se denominaba “Damas Auxiliares de la Sanidad Militar”.
Este cuerpo femenino tiene su creación en España después de la Guerra Civil y sus servicios lo realizaba en el ámbito de la milicia, pero su estatus era totalmente civil y con carácter de voluntariado, ayudando a las Hermanas de la Caridad en el cuidado de los enfermos de los hospitales militares. Así ocurría en el antiguo hospital militar de la Casa de la Misericordia donde gran parte de los que ejercían de enfermeros y auxiliares eran soldados procedentes del Servicio Miliar y posteriormente en el nuevo que se instala en la calle Academia en 1974 donde el servicio lo prestan profesionales de sanidad militar ayudados por las damas de sanidad.
Es precisamente en el año 1975 cuando se crea por primera vez una Escuela de Damas de Sanidad Militar en el Hospital Militar de Lérida. Esto genera un mayor número de mujeres al servicio de la sanidad militar y su presencia, vistiendo el uniforme, se hacía notar en ámbitos predominantemente masculinos. Durante los dos años que duraba su formación específicamente sanitaria, junto a otra de tipo militar, alternaban prácticas en el propio hospital y en las maniobras que realizaban las unidades de la División de Montaña Urgel 4. Es precisamente en este ámbito donde se producen algunas de las situaciones curiosas en una institución que no estaba preparada para incorporar a la mujer entre sus filas. La vida en campaña de estas mujeres era la misma que los soldados que estaban de maniobras y todas superaron las dificultades de adaptación a tal medio, donde escasean las instalaciones higiénicas.
Al frente de ellas y responsable de su formación integral había una subinspectora perteneciente al Cuerpo Especial de Damas Auxiliares de Sanidad Militar. Carmen Bolea fue la primera y única subinspectora de la Escuela, clausurada en 1990, justo dos años después de iniciar las FAS la incorporación profesional de la mujer. De aquella Escuela salieron 149 diplomadas, muy preparadas y valoradas en el ámbito civil, repartidas en trece promociones, que realizaron una labor anónima de asistencia a los militares hospitalizados, además de colaborar en las colectas de la Cruz Roja y en la lucha contra el cáncer o participar en las inundaciones de Lérida de 1982.
Con motivo del décimo aniversario de la creación de la Escuela, en el año 1986 se decide darle nombre al colectivo de Damas Auxiliares de Lérida. El personaje escogido fue Maria Sauret, mujer leridana que, según recogen las crónicas, mostró un gran valor en la defensa de Lleida en 1707 durante la Guerra de Sucesión. Este nombre fue incorporado al banderín que, junto con la cruz de Malta, simbolizaban y distinguían a las damas voluntarias de sanidad militar de Lérida.
Estas mujeres, como otras que han ejercido el voluntariado en otros aspectos de la vida o bien han ejercido la profesión de “sus labores”, han mostrado un elevado espíritu de sacrificio, con una gran trascendencia en el cuidado de las personas y en cambio han sido poco reconocidas. Vaya mi admiración por todas ellas en la cercanía del Día Internacional de la Mujer, pues ellas también hicieron posible la Transición.
Coronel Pablo Martínez Delgado Subdelegado de Defensa en Lérida