barcelona al día
El cava sube, los argonautas bajan
Disminuyen los bíceps de los Mas, Junqueras, Forcadell y el resto de argonautas, y las acciones del cava pegan un taponazo hacia arriba
Leo en el ABC que sube el cava catalán y que recupera el mercado español, una noticia que sólo me afecta como consumidor (moderado) de ese “champán” tan agradable y asequible. Y lo celebro porque, según la información, significa que el sector se ha impuesto a esa nefasta combinación de la crisis y el boicot político. Como no conozco los pormenores de lo que sube o baja la espuma de ese negocio del cava, he de imaginarme que su aceptación al alza en el mercado español dependerá de una serie de ecuaciones muy básicas: aumentan las burbujas del independentismo pecho lobo, bajan las del cava en lo que se viene llamando España; disminuyen los bíceps de los Mas, Junqueras, Forcadell y el resto de argonautas, y las acciones del cava pegan un taponazo hacia arriba. Naturalmente, esta lucubración no es tan vistosa y científica como darse la mano o hacer una uve…, no tiene, por decirlo de algún modo, una foto para la primera página del conchabeo nacional, pero no por ello ha de pasar inadvertido para aquellas personas que sean capaces de distinguir entre una chalupa con un grumete y un trasatlántico con un océano debajo. Ahora que sabemos que a Convergencia le faltan manos para agarrarse a todas las maromas posibles, y que Artur Mas, el ecléctico o el mediocampista, que lo mismo sube que baja, como el cava, tiene unos principios (afortunadamente) tan moldeables como Groucho, o como cualquier político (incluidos los que no son de la casta), es comprensible que empiece a haber personas humanas que se reencuentren con el placer de beber cava, y muy particularmente ese Freixenet cuyo presidente, Josep Lluís Bonet, tiene justo todas las cualidades y principios que equilibran el sacapecho de los que sólo venden burbujas, sin nada más. Bonet sabe quién es, de dónde es y a lo que se dedica. Y puestos a suponer, no es absurdo imaginarse que el caso del cava catalán es equiparable a otros sectores del mercado interior (últimamente bruto) que encontrarán el consuelo de su aceptación natural en la misma medida que vayan diluyéndose en la murria esos tipos de interés (o sea, interesado) que les han vendido una brújula para tontos: donde tú mires está el norte… Ya sólo queda la brocha pegada a la pared, sin escalera, y en los próximos meses iremos viendo cómo se van cayendo disimuladamente y a ser posible de pie, como los gatos. Brindemos con Freixenet por su feliz encuentro con la tierra.