letras expectivas

Volver a lo básico

Codorníu es el paradigma de la empresa familiar, que se distingue del resto por una planificación estratégica a largo plazo que responde a su mayor preocupación por ser sostenibles

joan carles valero

Back to basics» es la expresión anglosajona que significa en economía el retorno a la actividad originaria, la vuelta al negocio primigenio. El Grupo Codorníu lo acaba de hacer con el lanzamiento del primer vino con su marca, tradicionalmente asociada al cava. Se llama Viñas de Anna y es un blanco con un «coupage» a base de Chardonnay de Costers del Segre (clima atlántico) y de otros viñedos del Penedés de clima mediterráneo. Las distintas procedencias ha obligado a la compañía a comercializarlo bajo la denominaciónd de origen (DO) Cataluña.

Codorníu es la bodega más antigua de España y una de las más antiguas del mundo, además de ser la creadora del cava. Con viñedos en propiedad desde 1551, presume de tener más de 450 años de experiencia en la elaboración de vino. Pero desde 1872 la marca está más asociada a la elaboración del cava que a la de vinos. Esta empresa familiar, impulsada con el latido de dieciocho generaciones, ha credido al ritmo de la naturaleza y también se ha distinguido por sus innovadoras y, en ocasiones, arriesgadas apuestas.

Fue también la primera bodega en elaborar un cava con uva Chardonnay, el Anna de Codorníu, y la pionera en producir un Blanc de Noirs, cava blanco a partir de uva tinta Pinot Noir. En la década de los 60, el Grupo Codorniu reemprendió su producción de vinos tranquilos y hoy tienen ocho bodegas en España y un total de diez en mundo. Por ejemplo, es propietario de marcas como Legaris (Ribera del Duero) Bach (Penedés), Raimat (Costers del Segre) o Bodegas Bilbaínas (Rioja), entre las españolas, y ahora amplía su presencia en el sector de vinos tranquilos con este blanco que para Bruno Colomer, enólogo de la casa, se antoja un alsaciano que en palabras del popular chef Jordi Cruz, que ayer presentó la novedad enológica en su Abac de la avenida del Tibidabo, resulta «sensual, romántico y muy femenino».

Codorníu es el paradigma de la empresa familiar, que se distingue del resto por una planificación estratégica a largo plazo que responde a su mayor preocupación por ser sostenibles y, por lo tanto, no vivir obsesionadas por maximizar el beneficio. Según el director general del Instituto de Empresa Familiar, el catedrático de Economía Juan Corona, que intervino en el foro Cornellà Creació, esa naturaleza de la empresa familiar determina su mayor capitalización, gracias a que su objetivo es reducir los riesgos al mínimo para garantizar el máximo de perdurabilidad, sin por ello dejar de ser innovadores. En ese equilibrio entre la «rauxa» del riesgo y el «seny» de la sostenibilidad es como se fragua desde 1551 un próspero futuro. Todo un paradigma del «back to basics».

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