¿Termina la pesadilla?

Querido lector: sonría. En los últimos quince días han sucedido, entre otras, las siguientes cosas:

De Gispert dice que Mas debe suspender la no convocatoria del 27-S. El Tribunal de Garantías Estatutarias muta a Tribunal Constitucional (TC) y declara ilegales las estructuras de Estado. La Magistrada del TC propuesta por CiU vota con el resto de magistrados y declara ilegal la consulta del 9-N y la Ley que la ampara. Los de Unió se van al Ministerio del Interior (español) y registran una nueva marca para ir separados de CDC. Forcadell, musa del separatismo expres, anuncia su salida de la presidencia de la ANC. Junqueras anda, como Wally, desaparecido. Los Pujol desfilan, uno a uno, por una comisión de investigación sobre corrupción en el Parlament de Catalunya. La ANC amenaza con convertirse en partido político y competir con los que la han alimentado, financiado y engordado, o sea, ERC y CDC. El responsable de Diplocat, un tal Royo -fijo que para disgusto suyo tenía familia procedente de Almería, como yo- se dedica a «afers» internos y insulta a los catalanes que no compartimos se obsesión separatista. Manuel Valls, primer ministro francés nacido en Barcelona, aprovecha una visita a Perelada para rejonear el Pruces.

La última encuesta de GESOP -empresa que hacia las encuestas para el Tripartito- publicada por El periódico da a C´s por delante de ERC en intención de voto. Rull dice que CDC no es independentista «solo» nacionalista. UDC y CDC se tiran los trastos por la cabeza en Vic. En el homenaje al juez Vidal, que ceso voluntariamente de sus funciones al dejar de ser juez para ser parte, el público asistente se dedicó a insultar a gritos a todos los catalanes no cautivados por la independencia.

Los canales de TV que no hablan todo el día de la separación superan en Catalunya en audiencia a los que no hablan de otra cosa. Las mesas de la ANC instaladas a la puerta del Mobile Congress no han recibido ni tan siquiera limosna de los asistentes al mismo. La intervención del Sr. Bosch (ERC) en el debate del Estado de la Nación paso inadvertida para todo el mundo, incluso para los suyos.

Todo esto no es una conjura madrileña de fascinerosos reunidos para conspirar contra Cataluña. Todo, absolutamente todo, son hechos ciertos, que han sucedido aquí y han sido responsabilidad, sin excepción, de aquellos que hace pocos días nos decían que el 9 de noviembre del año pasado por la noche estaríamos fuera de España, de Europa y casi del mundo, en Kripton vamos. Solo falta que nuestros convecinos independentistas que tanto mandan y tanto nos han dado la brasa los últimos años se den cuenta que lo que ahora les parece una desgracia en realidad es, para ellos también, una suerte.