punto de fuga
Estructuras de estadito
Tal como ya observó Llach el cantante en atinada melodía el país es “molt petit”. Asunto ese, el del tamaño, que, para desventura de nuestra insurgencia local, sí importa. Y es que, constreñidos por lindes tan pedáneas, a lo máximo que podrían aspirar el náufrago Mas, el melancólico Junqueras y el huidizo Fernàndez sería a ir montando alguna estructura de estadito; de estadito (con sorna), no de Estado (con mayúscula). Nada les impedirá seguir jugando a las naciones de la Señorita Pepis de aquí a septiembre, el entretenimiento con que gustan capear su ocio a falta de ocupación más perentoria. El problema es que con las estructuras de estadito cabe mantener alelada a la carne de cañón otra temporada, pero no se puede ir a la independencia. Porque la independencia exige estructuras no solo de Estado (con mayúscula), sino de Gran Estado (con doble mayúscula).
En el fondo, su interminable vodevil constituyente remite a un simple problema de escalas y órdenes de magnitud. El “país petit” no resulta lo bastante grande como los países de verdad, España pongamos por caso, ni lo bastante minúsculo como los países de postal de vacaciones, así Andorra. He ahí su drama. Cataluña alcanza el tamaño crítico que ya impide renunciar al paraguas protector de un Gran Estado (siempre con mayúsculas). Pero resulta lo bastante pequeña como para poder dotarse a sí misma de esos servicios esenciales sin contar con el auxilio de las autoridades políticas de algún otro territorio mayor. Andorra o Mónaco pueden permitirse el lujo de desentenderse de cualquier tipo de estructura militar de defensa, pero Cataluña no. Igual que podrían renunciar al libre acceso de sus inexistentes industrias locales al mercado europeo, pero Cataluña no. Como tampoco podría gozar jamás de los peculiares acuerdos de colaboración con el BCE que hacen viable la existencia de los sistemas financieros andorrano y monegasco. ¿Nunca comprenderán que la estructura de Estado que en verdad requiere Cataluña ya existe y se llama España?