tribuna abierta

La fuerza del diálogo

En Unió creemos en el diálogo como instrumento para conocer la diversidad de una sociedad plural y avanzar

benet maimí

En los últimos meses hemos oído frecuentemente apelar a la necesidad de negociar y a las bondades del diálogo. Curiosamente, entre estas voces está también la del gobierno español que se ha dedicado a hacer oídos sordos a las reivindicaciones de Catalunya, a laminar competencias, a gobernar por decreto ley, a ignorar las propias promesas electorales y a, en definitiva, no utilizar nunca el diálogo como instrumentos político.

Por el contrario en Unió Democràtica creemos en el diálogo como instrumento para conocer la diversidad de una sociedad plural y a partir de aquí para poder avanzar. Pero para que un diálogo no se convierta en monologo conviene escuchar, es decir, respetar los anhelos del interlocutor por alejados que estén de nuestras opiniones.

Viene a cuento esta defensa del diálogo como herramienta política porque en los próximos meses los catalanes estaremos llamados tres veces a las urnas: en las municipales, el 27 S con las elecciones al Parlament y finalmente en los comicios al Congreso. Las encuestas vaticinan una fragmentación en la política municipal, catalana y española, que implicará la necesidad de alianzas. Y para que ello sea posible es imprescindible negociar, pactar, en definitiva dialogar.

Unió Democràtica puede y debe aportar el valor del diálogo como principal herramienta política aunque parezca extremadamente difícil y pese a que algunos crean que es imposible. Sólo desde el diálogo se puede hacer política con mayúsculas. Por tanto, en el proceso catalán es imprescindible la negociación entre gobiernos para avanzar en la capacidad de autogobierno. Y ello siempre debe culminar en una consulta a los ciudadanos que les permita a manifestar su opinión. Además, permitirá un debate concreto sobre los pros y los contras de cualquier opción y una balanza medida de sus ventajas y desventajas.

Ahora bien, el diálogo requiere la voluntad de las dos partes y de momento el gobierno de Mariano Rajoy ha optado por mirar hacia otro lado con la esperanza de que el tiempo resuelva el contencioso. En realidad su pasividad lo empeora.

Benet Maimí es secretario de Organización de Unió Democràtica de Catalunya

La fuerza del diálogo

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