Las culturas del mundo se instalan en calle Montcada de Barcelona
La capital catalana cubre el vacío que dejó el cierre del Museo Barbier-Muller con un nuevo equipamiento dedicado a los cinco continentes
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Las culturas de Asia, África, América y Oceanía cobran vida en el nuevo y flamante museo de Las Culturas del Mundo que ocupa dos palacios del siglo XIV de la calle Montcada. Con acceso gratuito hasta el 7 de abril, este nuevo equipamiento toma el relevo del Museo Barbier-Muller de arte precolombino que cerró sus puertas en 2012.
El público puede admirar piezas que provienen de los fondos del Museo Etnológico de Barcelona (que tiene intención de reabrirse en abril) y de colecciones privadas como la colección de la Fundación Folch, la colección de la Fundación Arqueológica Clos y la Colección Arqueológica Duran Vall-llosera. «Teníamos el reto de recuperar dos palacios de la calle Montcada que son propiedad municipal y darles un uso apropiado», explica Jaume Ciurana, concejal de cultura del Ayuntamiento de Barcelona.
La exposición permanente de 529 piezas ya está instalada por completo pero faltan una zona de exposiciones temporales y un centro de documentación. «Hasta ahora siempre hemos expuesto en Barcelona arte europeo pero no teníamos un centro permanente que exponga más allá de Europa», reclama Josep Lluís Alay, director del museo.
Treinta piezas africanas
El viaje empieza en África con la cultura de Los fang de Guinea Ecuatorial y el arte del antiguo Reino de Benin, con figuras ceremoniales, figuras relicario, completadas con piezas de los pueblos dogon, yoruba, senufo, baule, bamama o bembe, que continúa con las manifestaciones de arte cristiano de Etiopía, en las que destaca un tríptico con la Virgen y el Niño del siglo XVII.
En la primera planta, donde se exponen las piezas de Oceanía y Asia, arranca el discurso con las artes de Nueva Guinea, en el que uno de los ejes temáticos es la casa de los hombres del área del río Sepik. «Las casas de los hombres eran los centros de actividades rituales de los diferentes poblados donde se guardaban objetos de gran valor -destaca Alay-. Estos edificios estaban muy ornamentados con vigas y fachadas policromadas».
«Este museo ya forma parte de la red de museos de las culturas del mundo y pretende estar siempre vivo y en constante movimiento –desvela Alay-. Por este motivo nos complace mucho mostrar una vitrina con quince objetos procedentes de la Polinesia que es un préstamo hasta 2018 del Museo de Arqueología de Cambridge».
Los dioses del arroz de Filipinas
El área asiática está representada por dos salas dedicadas a Filipinas e Indonesia, respectivamente, y otras dos centradas en la India, que sirven para introducir el hinduismo y sus artes, con la mirada en las representaciones escultóricas de Visnu y Siva, desde el siglo V hasta el siglo XVI, como también en esculturas y elementos arquitectónicos de los siglos XVII al XIX.
La India da acceso a un espacio específico dedicado al arte de Gandhara, que permite aproximar al visitante tanto a la expansión del budismo por el Asia Central, como al arte indogriego de los siglos I-IV. Y Japón, China y Corea también están presentes. «Tenemos una colección de cerámica coreana única», recuerda Alay.
Por último, descubrimos seis salas dedicadas a la América precolombina, partiendo de las figuras funerarias de cerámica procedentes de tumbas de Jalisco, Colima y Nayarit, elementos de la cultura del centro de Veracruz y las máscaras de Mezcala.
No falta un ámbito sobre la cultura maya y otro sobre el juego de la pelota, mientras que la América Central queda representada a través de una sala con cerámicas de la Gran Nicoya y de las tierras altas de Costa Rica.
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