tribuna abierta
2014, un gran año judicial para los profesores de Derecho
Los profesores se pueden ahorrar de buscar en bases de datos sentencias, resoluciones y recursos. Se encuentran todos en la prensa
Los profesores de Derecho quizá son los únicos que pueden sentirse satisfechos y favorecidos por el año judicial 2014. Sólo han tenido que hacer leer los periódicos a sus alumnos para ahorrarse pensar en casos para la próxima práctica de cada asignatura. Sin ser exhaustivo, pidiendo excusas por las omisiones, y añadiendo temas que se arrastran de años anteriores:
En Derecho Político y Constitucional: la constitucionalidad de la consulta del 9-N y los recursos que se podían interponer; las suspensiones de decretos y normas, como el de la pobreza energética; la cuestión competencial en la inaplicación de las leyes sobre los depósitos bancarios, o la organización de la Fiscalía, con el Fiscal Jefe del Estado, los Tribunales Superiores y de las Audiencias provinciales y las Juntas de fiscales.
En materia de Derecho Administrativo: la ejecutividad de las resoluciones del Tribunal Constitucional, su tramitación, y los recursos ordinarios o contenciosos que puedan caber. Los concursos públicos, los organismos que los velan y su impugnación contencioso administrativa.
El Derecho laboral también se las ha traído: la existencia de las indemnizaciones en diferido, en forma de una simulación, las indemnizaciones y retribuciones de los altos directivos bancarios con planes de pensiones, en forma de "tarjetas black", y las demandas por despido de gerentes o tesoreros de partidos.
En Derecho civil, los desahucios y lanzamientos y las resoluciones del tribunal europeo para las hipotecas; en Derecho Tributario y Fiscal, las retenciones en las retribuciones con "tarjetas black", la prescripción de impuestos, la tributación de las multinacionales, los impuestos de sociedades en el derecho comparado y los paraísos fiscales, y, en Derecho Mercantil: quién es apoderado, administrador, directivo, grupos y holdings, las retribuciones de los directivos en las sociedades, las cláusulas suelo, las participaciones preferentes y la deuda subordinada.
Sin embargo, la palma, -nos podemos ahorrar la fácil relación con la nobleza-, la tenemos en el Derecho Penal.
El más violento asesinato con o sin desaparición, y el de políticos. La violencia doméstica y las órdenes de alejamiento. Los escandalosos casos de corrupción. Los puramente económicos. La esotérico-jurídica figura del partícipe a título lucrativo. Las multas, las fianzas y las indemnizaciones, o las tres cosas diferentes al mismo tiempo, en una ignorante mezcla conceptual del nivel de la Santísima Trinidad. O, ¿quién es el perjudicado en el delito fiscal), el blanqueo de capital y la prescripción delictiva.
Y la cosa no acaba aquí: también se puede estudiar el ignoto origen de informes en la investigación policial y la organización de la policía en unidades diversas; la irrecurribilidad del auto de apertura del juicio oral y los recursos que se presentan -que tiene la palma (sic) -; la conformidad en juicio, los grados de tratamiento, los órganos decisorios dentro y fuera de los centros penitenciarios, y su tramitación judicial...
Los profesores se pueden ahorrar de buscar en bases de datos sentencias, resoluciones y recursos. Se encuentran todos en la prensa digital, recién salidos de los ordenadores de sus autores, es decir incluso antes de que lleguen a las los demás partes intervinientes en el pleito.
Cabe decir, pues, que si para algunos la justicia es un desastre, su difusión mediática favorece que, en el futuro, nuestros licenciados, graduados o diplomados en Derecho estén familiarizados con los conceptos, y por lo tanto mejor formados, por lo que podemos pensar que la Justicia, al menos en las universidades, tiene que ir a mejor.
Joan Josep Monner Canals es abogado