Marear la perdiz

El presidente de la Generalitat tiene a Cataluña pendiente de él. No porque vaya a anunciar una reforma sustancial que mejore la calidad de vida de los catalanes. No porque va a presentar una medida que contribuya a la recuperación económica. Artur Mas tiene a todos pendientes de su decisión, de la solución al dilema partidista: gobernar o convocar elecciones. Como presidente ya ha renunciado. Se ha despreocupado de todo lo que ocurre en Cataluña que no sea él, su partido y las candidaturas de los partidos contrarios. Todo lo que no sea trabajar en cómo dividir a los catalanes y enfrentarnos al resto de españoles le es ajeno.

A CiU y ERC sólo les preocupa cómo repartirse el poder después de unas elecciones que aún no se han celebrado. Es surrealista. Olvidan para qué fueron elegidos, menospreciando el voto de los catalanes de hace tan sólo dos años, y quieren volver a poner a Cataluña en la situación de incertidumbre e inestabilidad en la que ellos se encuentran tan cómodos. Para Mas y sus socios, cuanto peor, mejor. Ya sabemos que el nacionalismo separatista tiene como principal enemigo la recuperación económica. Así se explica la manera de actuar y las estrategias de los dirigentes independentistas los últimos tiempos. Llevamos dos años perdidos y nos quieren hacer perder dos más. Eso sí, bien entretenidos en medio de ruedas de prensa, comunicados aclaratorios, cartas cruzadas, desmentidos y filtraciones de sms.

La pena, por no decir vergüenza, es que tanto CiU y ERC no se reúnan para pensar cómo fortalecer la recuperación de los catalanes, ni para garantizar las prestaciones de bienestar social, por poner dos ejemplos. No han hecho nada. Se reúnen para acordar como acabar con todo, aunque se lo lleven todo por delante. Al margen de sus estrategias electorales, la verdad es que el balance de gobierno de Artur Mas cabe en un tuit: reducir el estado del bienestar para construir estructuras de un supuesto estado independiente. Y mientras lo hacen, inestabilidad y marear la perdiz. Tenemos que decir basta. Los catalanes no necesitamos más comedia, ni reuniones secretas, ni luchas cainitas por el poder, ni sms filtrados a la prensa, ni estrategias partidistas para pisotear al partido contrario. Cataluña necesita ser gobernada, y eso, con Mas al frente, no pasará nunca. Si CiU no echa a Artur Mas, los catalanes no tendremos más remedio que echar a CiU.

Enric Millo es Vicesecretario de Acción Política y portavoz parlamentario del PPC.