letras expectativas
Amigo de España
Los jóvenes encarnan la ilusión generacional en todos los países. Y cuando los jóvenes se ponen en marcha, los padres y los abuelos les siguen
En entornos tradicionalmente conservadores y comprometidos con el modelo capitalista empieza a arraigar un malestar que ya no es exclusivo de perfiles radicales. Son cada vez más numerosas las voces que, en los últimos tiempos, denuncian que la desigualdad y la corrupción campa a sus anchas hasta el punto de que la Organización Internacional del Trabajo sitúa a España como el país en el que ha crecido más la diferencia entre las élites y el resto de la ciudadanía, lo que resta legitimación popular al capitalismo, el único sistema que ha demostrado ser el verdadero garante del progreso.
Urge retornar al capitalismo inclusivo para poner freno en toda Europa al profundo malestar social y político. Un disgusto que se alimenta de la percepción de que la globalización financiera y la apuesta por la austeridad se hayan detrás del distanciamiento entre las élites (políticas, económicas y culturales) y el resto de la ciudadanía.
Los jóvenes encarnan la ilusión generacional en todos los países. Y cuando los jóvenes se ponen en marcha, los padres y los abuelos les siguen. Son imparables como verdadero motor del cambio, porque de ellos es el futuro. Lo ha recordado Petre Roman en la Universitat Abat Oliba CEU durante su conferencia sobre el 25 aniversario del salto que dio en diciembre de 1989 de las barricadas al despacho de primer ministro rumano, después de que la juventud de la época, encabezada por este profesor de física de fluidos, derrocara al criminal régimen de Ceausescu. Hijo de un brigadista internacional en la Guerra Civil española y de una cántabra de quien ha heredado un perfecto español, Roman Vallejo (Bucarest, 1946) estuvo nadando en la playa de la Barceloneta antes de señalar a los universitarios catalanes que han vuelto a ser los jóvenes rumanos los que han dado un vuelco al futuro, al elevar a la presidencia del país, contra todo pronóstico, al liberal Klaus Iohannis en las elecciones de noviembre.
Entre las escasas potestades del presidente rumano destaca la política exterior. De modo que Petre Roman, casado en segundas nupcias con la joven cantante Silvia Chifiriuc, y padre de un niño de 5 años, tiene todos los números para ser nombrado ministro de Asuntos Exteriores de este país del este de Europa que ha sido sistemáticamente expoliado por su situación geográfica de cruce de caminos entre los imperios ruso, turco y autrohúngaro. Ilusión no le falta a este amigo de España.