infanta cristina
Las medidas del Rey para la ética y la honradez
La primera medida del Monarca fue prohibir trabajar a la Familia Real
Apenas llevaba un mes en la cúspide del Estado, cuando el nuevo Rey decidió adoptar una serie de medidas que pusieran orden interno en la Familia Real y ayudarán a evitar nuevos casos como Nóos .
Noticias relacionadas
- El fiscal se adhiere al recurso de la Infanta contra la negativa de Castro a rebajar la fianza
- Cinco años del caso que llevó a que se revocara el título de Duquesa a Doña Cristina
- Real Decreto de la revocación del título de Duquesa de Palma a la Infanta Cristina
- Galería: las últimas apariciones públicas de la Infanta
De esta forma empezaba a llevar a la práctica el mensaje que transmitió el día de su proclamación , cuando se comprometió a velar «por la dignidad de la institución, preservar su prestigio y observar una conducta íntegra, honesta y transparente, como corresponde a su función institucional y a su responsabilidad social».
Autoridad moral
Según explicó entonces Don Felipe, sólo de esa manera la Corona «se hará acreedora de la autoridad moral necesaria para el ejercicio de sus funciones». Añadía Don Felipe que «hoy, más que nunca, los ciudadanos demandan con toda la razón que los principios morales y éticos inspiren -y la ejemplaridad presida- nuestra vida pública. Y el Rey, a la cabeza del Estado, tiene que ser no sólo un referente sino también un servidor de esa justa y legítima exigencia de todos los ciudadanos».
La primera medida que adoptó el nuevo Monarca fue establecer que los miembros de la Familia Real solo puedan desarrollar actividades institucionales, con carácter de exclusividad, de manera que no podrán trabajar en empresas públicas ni privadas, como venían haciendo durante el anterior reinado las Infantas Doña Elena y Doña Cristina y el marido de esta, Iñaki Urdangarín.
Además, Don Felipe dispuso que los miembros de la Familia Real sólo podrán desarrollar los actos institucionales que les encargue el mismo o el Gobierno, en los casos en que se requiere su aprobación.
Cuentas claras
También quiso el Rey dar un paso más hacia la transparecia de la institución , y dispuso que desde enero de 2015 las cuentas de la Casa del Rey estén sometidas, además de a controles internos, a una auditoría externa que realiza la Intervención Genereal del Estado. este control deberá preservar la independencia presupuestaria que establece la Constitución. Las cuenstas de la Casa, además, se publicarán anualmente acompañadas del informe de la auditoría externa y de una memoria de actividades.