Los torneros se olvidan del taller

Llega la comparsa de Uruguay al Gran Teatro de Falla de Cádiz. Había cierta expectación por saber si esta comparsa era capaz de inmiscuirse en el modo de una fiesta como la gaditana, que guarda unas formas tan propias y arraigadas. En la presentación, más libre que el pasodoble y el cuplé, estos torneros alcanzan a presentar su taller.

El primer pasodoble a cómo el poder maneja al pueblo. En el segundo, un pasodoble a los disfraces y al primer beso que un padre le da a una hija. Costó seguir el hilo en ambas piezas.

Tenían aspectos a mejorar estos uruguayos para que su grupo se pareciera a las composiciones gaditanas. Ellos lo saben y lo usan en un simpático segundo cuplé. Rematan con uno de 'Los guiris'. Bien tirado.

El popurrí da vida al repertorio por aquello que da vía libre en el estilo. Ellos priorizan la temática general y alternan cuartetas criticas con ciertas partes más romanticonas. Olvidan el tipo en esta parte. Se podrían haber disfrazado de arlequines que el mensaje hubiera tenido cabida en el repertorio. Este tornero aún le faltan horas de taller en la Tacita. Es difícil construir una pieza cuando vas a un Concurso en el que te obligan a usar herramientas que desconoces. Aún así se aprecia el trabajo de un grupo con buenas voces pero que a veces encontró dificultades en la vocalización.