COAC 2025

Tino Tovar: «Yo en realidad no me he ido; pero volveré cuando me enamore de nuevo del proceso y no tanto de la meta»

El autor gaditano estrenará en las próximas semanas 'El fantasma del Teatro Falla', donde contará con voces muy reconocidas del Carnaval y una obra con la que exportará esta fiesta y su duente a toda España

Tino Tovar. L. V.
José María Aguilera

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Tino Tovar es el Fantasma del Teatro Falla. Es el autor, el creador de esta obra teatral carnavalesca que hasta el momento se envuelve en un aura de misterio. Como el personaje protagonista, que se esconde tras una máscara. Se han anunciado algunas actuaciones y la presencia de artistas como Milian Oneto y Rafa Taleguilla, pero detrás hay talento, arte y carnaval que se irá desplegando en cuanto termine el Concurso del Falla.

Y siempre es bienvenida cualquier excusa para hablar con Tino, entre los nombres que más ha marcado la modalidad de comparsa en las últimas tres décadas. Desde 'Los callejeros' hasta 'Caminito del Falla' se cuenta un nutrido ramillete de agrupaciones inolvidables cuyas melodías forman parte de la banda sonora de los aficionados. Suma su segundo año ausente del COAC, aunque como él mismo dice, «yo no me he ido del Carnaval. Volveré, no sé cuando, no puedo decir que no sea el año que viene». Será justo en ese momento en el que vuelva a enamorarse del «proceso», que lo más importante no sea la meta, la propia competición. Mientras, aprovecha ese tiempo antes hipotecado para matar su gusanillo con su segunda obra trsas 'Clandestino', y en la que espera dar una salto en la teatralización y la interpretación.

-De repente aparece en redes. 'El fantasma del Teatro Falla'. Fechas de actuaciones, nombres, compromisos... ¿de qué estamos hablando?

-Sí, 'El fantasma del Teatro Falla' es una manera de matar al gusanillo del Carnaval. La propuesta de Clandestino gustó mucho, fue una experiencia muy bonita a todos los niveles, tanto en el apartado artístico como en el personal. Hubo gente que no se conocía y que se metieron en un ensayo juntos y disfrutamos todos, tanto en el proceso de creación como en la culminación de la obra. Ahora que estoy descansando del concurso, pues surgió la posibilidad de hacer una obra nueva.

-¿Cómo se ha fraguado?

-Empecé a hablar con tres o cuatro personas que para mí son fundamentales. Me dijeron rápidamente que sí y empezamos a a elaborar el proyecto y a tejer esta idea. Se han anunciado algunos integrantes como Milian Oneto (también Rafa Taleguilla), pero vamos a esperar a que pase el Concurso porque hay gente que está compitiendo todavía en el COAC. Cuando pase el Carnaval comenzaremos con los ensayos y presentaremos al elenco.

Ya ellos tienen letras, tienen coplas, para poder trabajarlas, pero hasta que no termine el el concurso, no vamos a empezar a ensayar.

-¿Cuáles son los perfiles de esos artistas que darán vida a 'El fantasma del Teatro Falla'?

-Siempre buscamos personas polifacéticas, como por ejemplo Milian. Que canten y sean capaces de ponerse en un escenario a interpretar una copla solos, delante de un teatro, y además que sepan actuar.

Me gustaría crecer en la dramatización con respecto a 'Clandestino', elevar el nivel en ese tema entendiendo que esto es una obra de Carnaval, que lo que se busca es hacer carnaval. Queremos dar un pasito más en la dramatización y buscamos gente de Cádiz, carnavaleros que aparte de cantar pues tengan un peso en el escenario que se interpretar.

-Se trata de una obra de teatro, de una antología, de un musical...

-Es una obra que exporta Cádiz y enseña el Carnaval de Cádiz a Andalucía y a la Península. Incorpora algunos temas nuevos, pero no todo es nuevo. Estamos muy próximos con respecto al Concurso y es complicado aprenderse coplas que no suenan de nada. Hay mucho de mi repertorio. Además, es que creo que a la gente le gusta eso, le gusta escuchar canciones de otros años. Con un compás diferente, una instrumentación distinta, nuevos arreglos... como ocurre en Clandestino. Eran las mismas coplas pero sonaban especiales. Por la manera de cantar y de bailar, y siempre respetaban la esencia carnavalera.

Es que es lo que sé hacer: Carnaval. Y en lo que me he sumergido para intentar hacer una obra de teatro carnavalesca. En definitiva, enseñar el carnaval desde otro punto de vista.

-El Carnaval es el mejor vehículo para que viaje todo este talento.

-Es un arte popular muy versátil. Desde el Carnaval se puede mostrar el talento, la validez de la gente que que lo hace. La copla lo soporta todo por sí sola.

-¿Se encarga de la historia, del texto de la obra?

-Sí, eso todo es mío. De hecho, es lo que más me reta ahora mismo. Es mi principal función. Luego le doy mucha libertad tanto a Sergio Monroy en el aspecto musical y, por supuesto, a la gente que interpreta, porque si no les estaría coartando.

-¿Quién es el fantasma del Teatro Falla?

-Es un personaje que no es nadie y que podrían ser muchos de los autores y componentes que pertenecen a este mundo del Carnaval. Se puede intuir, pero no queremos desvelar nada antes de estrenar la obra.

-¡,Tino, vuelve! ¿Cuándo va a regresar? Ahora que empiezan a estar casi todos juntos...

-Hay que entender que yo no me he ido, que yo voy a volver a sacar una comparsa. Porque es lo que he hecho la mitad de mi vida. Yo no me he terminado de ir.

Pero cuando vuelva a sacar una comparsa, lo que quiero es enamorarme del proceso, disfrutar que la meta no sea lo más importante. Con vistas al concurso, se entra en una dinámica en que si no tienes premio te queda una sensación de vacío enorme, como si lo que has hecho hasta llegar ahí no hubiera valido la pena. Eso son meses de ensayo, de trabajo, de unión... que se quedan en nada. Y así no quiero volver. Además, yo ya he ganado mucho.

Ganar es fantástico y, si me presento, me encantaría tener otro premio. Pero lo que sobre todo quiero es disfrutar del proceso. Eso es lo más bonito. Y luego si sale bien o no sale bien, pues que no todo el trabajo de de esos meses. Aspiro a llegar a esa sensibilidad.

-¿Para el año que viene?

-Volveré y no digo que no sea el año que viene. Puede ser o no, no me lo planteo ahora, que estoy inmerso en esta obra. Pero será cuando el Concurso no sea lo único que prime, porque tiras por tierra todo el trabajo de muchos meses. Todo el que hace carnaval lo sabe. Es un desgaste emocional tremendo, un derroche de energía y te lo juegas toda la carta del concurso.

-El año de Clandestino decidió sacar la comparsa cuando nadie lo esperaba, ni siquiera usted. El buen ambiente que se generó en aquella obra le llevó a dar el paso, empujado por el grupo. ¿Podría volver a suceder?

-Lo recuerdo perfectamente. La brigada salió porque se creó tan buen grupo que quisimos ir al Falla. Pero no, eso no va a volver a pasar. Lo tengo clarísimo. Este año lo voy a separar, he aprendido de ello. Ese año fue muy duro porque yo tenía que hacer la comparsa mientras ellos estaban ensayando y no pude disfrutarla.

-¿Escribir esta obra le sirve para cicatrizar heridas?

-No, de verdad que no tengo heridas. Escribo estas obras porque me divierten, me retan. Para hacerlo de una manera ortodoxa. Yo hago muchas cosas. Pero si no lo hago bien, no lo hago y este es un reto. Disfruto muchísimo haciendo esta obra que está conectada con la esencia del Carnaval. Me ilusiona la fase de creación, con esa idea de dar un paso más en la interpretación.

-Lo digo porque acabó muy dolido con críticas y comentarios en esos últimos años.

-Es cierto que por momentos me he sentido maltratado, he tenido un sentimiento de rechazo. Ha habido un par de años, los que coincidieron con Clandestino y después La Brigada, en los que me he sentido maltratado. No decir eso sería mentir. Quizás exagerado, puede ser. El cariño seguía ahí, todo ese cariño lo he seguido sintiendo en mi carne, pero también he leído y he escuchado cosas el que he notado ese rechazo. Ahora desde fuera me siento liberado, alejado, disfruto del carnaval de otra manera.

-¿Y qué le está pareciendo el Concurso?

-Pues que después de 22 largos días de preselección, el Concurso en realidad empieza en cuartos. Ahí es cuando comienzan los cruces, como en el Mundial, con esos Alemania-España o el Brasil-Argentina. Es cuando ves a dos comparsas, o dos chirigotas, o dos coros de similar nivel, y puedes percibir quién puede estar una encima de la otra. Hasta el momento nadie se ha descolgado. Y todos están cumpliendo con lo que se espera. El Carnaval es un concurso de copla y son las letras las que tienen que primar después del estreno.

-¿Qué es lo que más le gusta?

-Lo que más me impresiona es el cuarteto del Gago, me tiene enamorado. Me sorprende el nivel que está alcanzando porque yo, que lo he vivido, cuando un año tienes un éxito, después es más difícil. Y ellos tienen un año, un éxito; otro año, otro año éxito; y dices, '¿Qué hago?' Pues ellos son capaces de superarse.

En los coros es donde veo la competición más igualada.

-¿No le da la impresión de que en este supuesto Concurso de letras, no se cuida lo suficiente la literatura?

-Es que aquí, hay una función muy importante que recae en el jurado. Y por eso a los vocales hay que elegirlos cuidadosamente, porque los premios son los que van a marcar tendencia.

El nivel de un concurso de Carnaval está en la clase media y en la mejoría de esa clase media. Porque todos sabemos que los buenos están ahí siempre. Y esa clase media es la que se deja más llevar por las tendencias. Yo entiendo que el público está en su derecho de emocionarse y aplaudir lo que quiera. Incluso cosas que no son carnaval, porque él es el respetable, es el público, pero el Jurado debe tener las cosas más claras. Es todo tan complicado y tan inmediato, pero yo creo que sabría diferenciar y eso es lo que hay que exigir a quienes dan los premios.

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