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Tino Tovar, del 3x4 al 4-3-3
CARNAVAL DE CÁDIZ
El autor, que compagina el carnaval con su labor como entrenador del juvenil B del Sanluqueño, estrena hoy su comparsa Caminito del Falla
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Hablar de Tino Tovar es hacerlo de uno de los autores más laureados de la historia del Carnaval de Cádiz. Sin embargo, el pasado verano estuvo en boca de mucha gente y no por ese motivo, sino por la sorpresa generada por su fichaje como entrenador del juvenil B del Atlético Sanluqueño. En su apretada agenda de enero, con el trabajo, la comparsa y los entrenamientos de su equipo, hace un hueco para atender a La Voz de Cádiz.
Tras la sensación agridulce del pasado año con La Brigada, hoy hace la puesta de largo Caminito del Falla con la intención de aspirar a lo máximo, como su equipo, que es tercero en segunda andaluza con casi toda la segunda vuelta por delante. De su actual club dice que «tiene algo, es muy especial». Veremos si su comparsa también. Esa es la intención.
¿De dónde le viene la afición por entrenar?
Cuando dejé de jugar al fútbol me saqué el primer nivel de entrenador porque me gustaba. Al principio estuve entrenando a niños pequeños, después lo dejé por el carnaval porque en la época de Las estaciones me llegó una propuesta de un equipo que estaba jugando en liga nacional y eso implicaba salir lejos los fines de semana. Así que tuve que decidir y me quedé con el carnaval. Y desde hace ocho o nueve años, mi hijo empezó a jugar al fútbol y un amigo que me conocía me dijo que yo no podía estar en la grada, que tenía que estar en el banquillo. Y al final, pues ya ves tú.
¿En qué se parece el fútbol al carnaval?
Se parece en muchas cosas. Sobre todo en que son grupos y a la hora de gestionarlo es igual un equipo de fútbol que una comparsa. Son personas, cada uno con su forma de ver las cosas, su vida, buscando hacer piña, intentando que suenen o jueguen bien. Así que tiene mucho parecido. El concurso tiene en Cádiz la cosa de la competición, como pasa en el deporte. A las dos cosas hay que ponerle mucha creatividad.
¿Son carnavaleros sus jugadores? Me consta que la directiva (en la que la cabeza visible es el cadista Juan Cala) sí que lo es.
En la directiva son más carnavaleros. Algunos padres también porque me han cantado ya el pasodoble de La botica. Pero los niños no lo son mucho. O no se atreven. Ya veremos después del jueves (por esta noche).
«Fútbol y carnaval tienen mucho parecido»
¿Cómo compagina estas dos labores además del trabajo?
Tengo la suerte de que los días que hay entrenamiento son prácticamente al final del día y a la comparsa voy una vez en semana. Entonces me organizo porque trabajo durante el día, voy a casa, me ducho, me pongo el chándal y me vengo para acá y es una manera de desconectar.
Hablando del pasado carnaval, ¿considera justa la posición de La brigada?
Ni justa ni injusta. La que decidió el jurado y ya está. Sí es verdad que me pareció que era un carnaval donde no se debería haber tenido tanta acritud con ninguna agrupación y entiendo que la hubo con la nuestra en el sentido de que la gente quizás se esperaba otra cosa y no se tuvo en cuenta el poco tiempo que hubo para hacer la comparsa. Pero bueno, eso ya está pasado.
¿Qué se puede esperar de Caminito del Falla?
Una comparsa muy vinculada al carnaval que no se ve, al carnaval que hay de la puerta del Falla hacia fuera. Y desde la entrada del teatro en el día que cantas hasta el primer día que vas al ensayo. Hay mucho de ese carnaval que a los que salimos es el que más nos gusta y es un espacio que la gente aficionada no conoce mucho. Creo que es donde realmente todo es más especial. Es donde se cuece todo, donde se desarrolla la idea, el repertorio o la afinación.

¿Le aporta algo Clandestino a sus nuevas comparsas?
No, porque Clandestino es una cosa distinta. Está hecha con retazos de mis comparsas pero es algo diferente, vamos buscando otra cosa. Cuando hacemos comparsas para el concurso estamos muy mediatizados. Clandestino tiene la emoción de que guste, de que a la gente le llegue. En el concurso, además de eso, tienes la presión de que es una competición. Con Clandestino eso no lo tenemos y, quieras que no, es todo un poco más dulce.
Volviendo al argot futbolero. Ha fichado a Paco Pellejo y Julián Delgado. ¿Qué aportan a la comparsa?
Son dos voces extraordinarias, ya lo sabíamos. Julián no había salido nunca conmigo. Son dos voces de peso y como hemos hecho un grupo muy joven, con mucho talento pero muy joven, José Otero me comentó que él quería tener dos voces por arriba que llegaran al teatro y supieran lo que es la presión de una comparsa de las punteras. Está aportando su calidad, la musical y humana, y también una ilusión que nos ha sorprendido de gente con tanta experiencia. Estamos muy contentos con los dos.
¿Se pone más nervioso antes de un penalti a favor o cuando va a empezar un pasodoble?
Pufff... En las cortinas del Falla me pongo muy nervioso. En el fútbol, al final, estoy en una categoría juvenil, que son de primer año, y es muy importante el aprendizaje. Competir también, y te gusta ganar por los chavales y por ti. Pero es que en las cortinas del Falla estás ahí, que tú ya no puedes hacer nada en ese momento, y cuando suena el punteado... Eso es tremendo.
¿Es más fácil transmitir la idea que tiene en la cabeza a la plantilla o a la comparsa?
Si la idea es buena, es más fácil a la agrupación. La idea de fútbol se plasma en el modelo de juego, pero son chavales que cada uno viene de un equipo, están acostumbrados a unas cosas y de repente tienen que hacer otras que no hacían habitualmente y es un poco más complicado. Sin embargo, en la comparsa partes de cero. Entonces, si a la gente le cuentas la idea y les encanta, es una pasada.
«Es más fácil convencer a la comparsa que al equipo»
¿Cómo se define como entrenador?
No sé. Mi equipo hace un juego posicional, me gusta sacar la pelota desde atrás, el bloque alto en defensa... Eso es un rollazo, ¿no? No vayas a poner eso (ríe). Ahora en serio. Me gustan los equipos que juegan al fútbol, que son atrevidos y que van a por el partido. No soy de los que espera al rival, aunque lo respeto. Soy más proactivo que reactivo.
¿Cuál es su esquema favorito?
Generalmente suelo usar el 1-4-3-3 y algunas veces, en función del rival, puede ser que juguemos con tres centrales y dos carrileros. Pero no hemos cambiado mucho nuestro sistema.
¿Se fija en algún técnico en concreto?
En todos, porque, sobre todo en la liga española, hay entrenadores muy buenos. Y en cualquier partido, nada más que en los saques de banda, ya hay algo que te llama la atención. Tú ves el partido pero estás viendo muchas más cosas que están pasando.
Enlazando su condición de entrenador y también de cadista, ¿cómo ve al Cádiz CF?
Bueno, veo que es un equipo fantástico. Los jugadores son unos guerreros que están haciendo mucho más de lo que se esperaba de ellos. Creo que Sergio González está haciendo un gran trabajo y lo ideal sería que vinieran un par de incorporaciones al menos para ayudar a este equipo. La verdad es que me siento orgulloso de que vistan esta camiseta porque dan siempre un poco más. Y eso es de agradecer.
¿Lo ve consiguiendo nuevamente la permanencia?
Si se traen un par de refuerzos o si le respetan las lesiones, seguro. Porque creo que hay siete u ochos jugadores con un carácter y un nivel competitivo importante. Y que además, aunque son de fuera, les duele la camiseta, que es algo a destacar en el fútbol actual.
«Veo al Cádiz salvándose si trae un par de refuerzos o si le respetan las lesiones»
Hablando de jugadores del Cádiz. ¿Cómo es Juan Cala como jefe?
Yo no lo trato mucho porque quien dirige el fútbol base es su tío Paco Cala. Pero en pretemporada vino a verme un par de veces. Me habla más de carnaval que de fútbol (risas).
¿Y cómo ve al Atlético Sanluqueño como entidad?
Es un club histórico y es una auténtica pasada compartir este año con la gente que está aquí. Hay un ambiente futbolero muy grande y se disfruta y se vive mucho el fútbol. Tienen una estructura que está creciendo poco a poco pero están haciendo las cosas bien. La verdad es que estoy muy a gusto.