COAC 2025
Los telonazos del Falla: de lo que se libró la chirigota negacionista en el Carnaval de Cádiz
La comparsa de Los Molares, el cuarteto de Badajoz, los superhéroes... el Teatro gaditano ha vivido varias historias donde los carnavaleros tuvieron que abandonar las tablas antes de lo esperado
¿Por qué no se dio telonazo a la chirigota negacionista en el Falla y cuál es el único motivo para hacerlo?
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La chirigota negacionista 'Abre los ojos' pudo interpretar todo su repertorio durante la actuación este domingo en el Teatro Falla de Cádiz. No hubo telonazo en cuestión. Aunque prácticamente no se les pudo escuchar por los gritos y abucheos del público, los chirigoteros gaditanos comandados por Katy Balber perpetraron la presentación, pasodobles, cupleses y el popurrí.
Y cuando acabaron, bajó el telón y todo siguió igual. Las diferentes cadenas de radio y televisión entrevistaron a la autora y no hubo altercado a su salida del espectáculo. Ni telonazo, ni agresiones ni censura. Mucho ruido y mucho jaleo pero dentro de un contexto, sin extralimitaciones por ningún lado.
No todos han corrido esta suerte. En Cádiz se recuerdan varios telonazos, y no hace falta remontarse muchos años atrás. En 2012 tuvo lugar uno de los últimos, 'Qué morro y qué jeta, de fuera y una quinteta', el conocido como cuarteto de Badajoz. Su penosa actuación obligó a la organización a bajar el telón antes de que terminaran, pues el ruido en el Teatro era ensordecedor. Gritos, abucheos, cachondeo... Curioso porque el grupo, formado por actores de una compañía de teatro, venía «en serio». Incluso diciendo que querían salvar a la modalidad de los dos palos. Pero el bochorno terminó con ese telonazo
También ocurrió en unas preliminares, allá en 2006, en una noche de triste recuerdo. La comparsa de Los Molares (Sevilla) estaba interpretando su repertorio cuando se bajaba el telón sin contemplaciones. Estaban faltando a una de las normas del reglamento, cantando con 16 componentes en lugar de los 15 establecidos. Ellos lo sabían, pero pensaban que 'sólo' los iban a descalificar tras la actuación. O a quitarles puntos. El jurado no tuvo piedad y ante la sorpresa de los espectadores cercenaron sus intenciones.
Casualmente, ese mismo año se generó una situación similar en la Gran Final. La chirigota 'El movimiento del 36' de Manolo Santander y Emilio Gutiérrez Cruz 'El Libi' luchaba por los premios. Pero en la presentación, debido a movimientos de los componentes en la escena, cantó uno de más (13 en lugar de 12, lo que se establece en chirigotas). El jurado entonces no echó el telón, debía asegurarse. Después de la actuación, vieron el vídeo de la chirigota y confirmaron el error, descalificando a la agrupación de Santander.
Luego, ha habido momentos donde se ha cruzado el límite de la falta de respeto, tanto desde las agrupaciones como desde el aficionado. Ocurría justo antes de las actuaciones de dos comparsas de Juan Carlos Aragón, 'La sereníssima' (2012) y 'Catastrophic Magic Band' (2013). La primera vez, pagaron los platos rotos los cuarteteros de 'Llevatelo calentito', que tuvieron que terminar entre abucheos sin que se pudiera escuchar la actuación.
En la segunda actuación, el grupo de San Fernando de Paco Marín, 'Un super cuarteto por todo el careto...', sufrieron un boicot por parte de un sector ultra que sólo quería escuchar al Capitán Veneno y destrozó su actuación. Tanto que hasta la Seguridad del Teatro tuvo que desalojar a un palco por gritos, insultos y conducta indecorosa. En esta ocasión fueron los cuarteteros isleños los que pidieron que bajara el telón y cesara el linchamiento.
Son los más recientes, pero el Falla tiene mil historias que contar del pasado siglo. Chirigotas y cuartetos que sufrían la terrible dureza de un gallinero que ya no es como el de ahora, mucho más formal. Se recuerda al cuarteto 'Ar favó, ¿está Juan ahí?', que ni se sabían las letras y las tenían que leer en un papel que sostenían en sus manos. Nada es nuevo en este Teatro que todo lo ha vivido, aunque lo de la chirigota negacionista sí va a tardar tiempo en olvidarse.
No por su mensaje, sino porque era terrible.