opinión
Evolución
Se habla últimamente mucho de que el carnaval de Cádiz está cambiando, que parece evolucionar igual que los Pokemon
Se habla últimamente mucho de que el carnaval de Cádiz está cambiando, que parece evolucionar igual que los Pokemon.
Mi percepción no es esa, y además intento explicarlo en estas líneas del último de mis artículos. Si hablamos por ejemplo: de ver el teatro Falla medio vacío actuando agrupaciones de muchísimo peso en la final, puedo demostrar que eso no es la primera vez que ocurre.
Solo estuve dentro del teatro en la final del noventa y uno, aquel fue un año de excelentes comparsas. Siempre he defendido que mi experiencia no fue nada positiva: políticos borrachos, gente que pululaba por allí (y treinta y pico años después, aún sigo sin explicarme que hacían dentro del Falla), butacas vacías, palcos desiertos, ambigú a rebosar y mucha hipocresía, demasiada diría yo.
Visto lo del día de Andalucía, nada nuevo que contar…
Si nos referimos a las agrupaciones juveniles e infantiles, más de lo mismo, mientras actúan muchas de ellas (bastantes), parece que el teatro es abducido por la GRAN FAMILIA y se convierte por momentos en algo parecido a las fiestas de fin de curso de cualquier colegio gaditano.
Eso lleva ocurriendo décadas, así que tampoco es muy novedoso.
Lo de los autores que llegan para retirar a las vacas sagradas lo hemos vivido en diferentes épocas. Recuerdo a Martín engullendo a Paco Alba. Martínez Ares y Aragón desplazando a Villegas, Quiñones o al propio Martín. Y ahora lo vemos con jóvenes chirigoteros, la mayoría de ellos han pasado por la 'ACADEMIA de José Juan Pastrana' (nunca Cádiz podrá pagarle todo lo que ha hecho ese hombre por mantener la fiesta y seguir sacando a componentes, que luego, incluso algunos se convierten en autores que consiguen ganar un primer premio y revolucionar todo un concurso).
Lo que quiero decir, es que no veo tanto cambio como se cantan en las letras. Vale, acepto lo de la INVASIÓN.
Pero esa invasión no es de este año, eso viene pasando desde hace años en plural, y en defensa de lo gaditano, diré que la moda del botellón no es algo particular de Cádiz. Viene ocurriendo hace muchísimo tiempo y en muchos lugares distintos.
¿Qué está pasando la madrugada del viernes santo en Sevilla y en otras cofrades ciudades andaluzas?
¿En qué se está convirtiendo el lunes siguiente al domingo de Pentecostés en la aldea del Roció?
¿Hablamos de San Fermín?
La evolución del carnaval, es la típica muestra de nuestra propia sociedad. El estilo de vida es el que es. Que a día de hoy, un joven «con trabajo de cuarenta horas semanales» no pueda alquilar una vivienda digna y seguir viviendo, ocurre en cualquier capital de España.
Lo de la turificación se produce en casi todas las poblaciones costeras. Lo del macro botellón más de lo mismo.
Insisto, no ha cambiado el carnaval, lo que está cambiando es nuestra sociedad. Y lo más importante aquí (espero y deseo que la intuición por una vez me falle) no termine por conseguir lo que me temo; hacernos peor de lo que ya éramos antes.
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