CARNAVAL DE CÁDIZ

Don Salvador Fernández Miró

Para hablar de romanceros en Cádiz, podría hacer una lista larguísima de autores, autoras o intérpretes, pero vuelvo a permitirme el lujo de referirme en este artículo solo a una persona

Rafael Sadoc

La primera vez que hable con él fue gracias a Carlos Brihuega, resultó que era su dentista. Por aquel entonces, intentaba buscar monólogos para Darío, el protagonista de The beautiful Cádiz, y pensé en Salvador por mi gran encandilamiento con dos de sus romanceros: Satanás y Herodes.

Tenía meridianamente claro, que aquel odontólogo con una inusual faceta de extraordinario pintor, sería mi primera opción, y no me equivoqué, ya que por más que busqué, no encontré a nadie mejor que él.

Para hablar de romanceros en Cádiz, podría hacer una lista larguísima de autores, autoras o intérpretes, pero vuelvo a permitirme el lujo de referirme en este artículo solo a una persona, uno de los referentes en el mundo del cartelón y la rima. Ya que afirmo, no haber visto nadie «venderlo», como lo ha hecho él.

Su primer texto fue «La historia de Cádiz» acompañado por el Chapi. Pero me gustaría recordar que su bautismo en el carnaval fue en el coro de Los Aspirinos, porque Salvador Fernández Miró (para el que no lo sepa) llegó a ser corista antes que romancero. Luego, según el mismo cuenta; tras ver al Gómez y Maqueque con «Viuda y compañía», se enamoró de la modalidad que a día de hoy, y sin ninguna duda, está más en auge de todo el carnaval gaditano

Cincuenta y dos romanceros competirán este año en el teatro de la Tía Norica, sí, repito: 52 romanceros. Récord absoluto de participación, con una final que se celebrará el próximo 27 de febrero en el Gran Teatro Falla.

Salvador bebía de los textos del Gómez, otro ilustre entre los ilustres de este Cádiz nuestro. Concentrar tanta ironía en cuarenta, cincuenta o sesenta cuartetas es trabajo de genio y de ingenio. Luego hay que «vender el pescado», y ahí Don Salvador siempre fue mi preferido.

Textos que forman parte de mí día a día:

«Mefistófeles, lucifer, diablo, demonio, belcebú, satán / Tengo más nombres que Froilán»

«Soy el Dios omnipotente, omnisciente y omnipresente / Por eso cuando miran al cielo ven tantos omnis la gente»

«Soy alérgico a los niños acabados de nacer / El médico me ha dicho que me cae mal el bebé»

«Huyeron José y María por un chivatazo cobarde / y al portal de Belén la policía, como siempre, llegó tarde»

No sé si todos los que leerán este artículo sabrán de la persona de la que os hablo. Ojalá este texto sirva para poner en alza la grandilocuencia de un mago de las palabras, de la rima más versátil, del sarcasmo más gaditano. Desde este pequeño rincón que me deja La Voz para contar mis paranoias, solo quería rendir un más que merecido homenaje a todo/as los romanceros que llenaran de versos nuestra gaditanas calles. Y por supuesto, decirle gracias, mil veces gracias de todo corazón, por las innumerables veces que me sacaste una sonrisa mi admiradísimo Don Salvador Fernández Miró.

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