OPINIÓN CARNAVAL
Dientes de leche
Ha pasado mucho tiempo desde aquello y este viernes, Antonio volvió a demostrarme lo que siempre he sabido: es un puto GENIO en mayúsculas
La primera vez que hablé con Martínez Ares fue en La Línea. Nosotros habíamos llegado por primera vez a semifinales en el Falla con una comparsa llamada Miseria, él sacaba De locura. Era un festival, nos cambiamos todos los grupos en un enorme gimnasio. Ángel Subiela, se acercaba hasta aquel crío de Sanlúcar que estaba mosqueado con todo el mundo. Me felicitaba por la comparsa y yo le daba las gracias pero refunfuñando, con una sensación mezcla de admiración, frustración e impotencia. Comentaba Ángel que no entendía mi cabreo, le expliqué a él y a todo mi grupo, que su estribillo era mejor que todo mi repertorio, y se lo canté:
«El cristal de la vida siempre brilla igual
puede ser tu alegría, puede ser que no
pero en esta locura de mi carnaval
nadie brilla más que yo»
Su autor era otro crío de mi edad, que se atrevía a decir en la cara de todos los gaditanos que nadie en carnaval brillaba más que él. Aquellas palabras acercaron a un chico joven, con barba, a asentir con la cabeza y explicarme que esa frustración que yo sentía por ellos era la misma que él sentía contra Antonio Martín, Quiñones o Villegas.
Desde aquel día, ese chico sanluqueño, que en su ciudad sentía ir siempre a contracorriente y en Cádiz, por desgracia, se veía igual que un paleto, creció. Gracias a Antonio, conoció a innumerables autores y componentes de agrupaciones, lo más importante: su mentor le enseñó Cádiz, no solo sus calles, barrios, peñas, no, el otro Cádiz, el Cadi, Cadi… Hasta el punto de volverme tan majara por ella, que durante años intentó hacerle hasta una película.
Conocí (siempre de su mano) el éxito, el fracaso, la euforia, la desgana, vi nacer a sus hijos, él a los míos. Ha pasado mucho tiempo desde aquello y este viernes, Antonio volvió a demostrarme lo que siempre he sabido: es un puto GENIO en mayúsculas, está tocado con la varita de los elegidos. Dos pasodobles soberbios, magistrales. Su segunda letra, tiene una estrofa que me chirrió, haciéndome pensar y por supuesto, recordar…
«No sacan los colmillos, tienen dientes de leche…»
Nosotros también los tuvimos amigo mío, te costó una barbaridad arrebatar el sitio a autores que han marcado una época, y hoy miras a todos desde arriba.
Pero como en aquel entonces, hay relevo generacional. Estoy más que seguro de lo que digo, tenemos a los Jona, Manolo Cornejo, Tomate, Piru, Germán, en chirigotas los Placidos, Carnaval me cago en tus muertos y podría seguir y seguir…
Confío por el bien de nuestra fiesta, que los dientes de leche afilaran su colmillo, como tú con el paso de los años afilaste y ojala más tarde que pronto (ruego al cielo que no te aburran nunca….) también te canten a ti, igual que en su día tú les cantaste:
«Que si están cansao, que estiren las piernas
si es por cajonazos, yo los llevo a cuestas.
Que no pasa nada, si es que ellos no salen,
y perdonen por mi expresión,
pero en los tiempos que corren,
nadie se muere por nadie…»
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