El paraíso de Momo: la sobria y celestial comparsa de Algeciras deja un buen sabor de boca en el Falla

Capitaneada por Juan Antonio Pozo Acuña y Cristina Martín García, la agrupación ha sonado afinada y sencilla

Fotos: El paraíso de Momo en el Gran Teatro Falla

Primera sesión de preliminares del COAC 2024, en directo: orden de actuación de hoy, reacciones y última hora del Concurso del Carnaval de Cádiz en el Falla

La comparsa de Algeciras 'El paraíso de Momo' Manuel Fernández

Jaime Cedillo

Cádiz

El paraíso de Momo

  • Autor Juan Antonio Pozo Acuña y Cristina Martín García

'El Paraíso de Momo' es la comparsa de Juanan (Juan Antonio Pozo Acuña), proceden de Algeciras y han cantado de categoría en la sesión de preliminares del concurso de agrupaciones que se celebra en el Gran Teatro Falla. Un tipo religioso y metacarnavalesco con incontables referencias a la fiesta. Las letras, en las que participa Cristina Martín García, cuentan con alusiones constantes al paraíso celestial del Carnaval, al que su vida han entregado, tal y como nos contaban en la presentación.

El primer pasodoble escoge la amnistía como pretexto para hacer una férrea defensa de su tierra. Amnistía, no; sino «mamar por lo nuestro», ha venido a decir el mensaje. Una reivindicación de Andalucía en la política nacional. La infancia perdida «donde el único psicólogo era tu mejor amigo» ha sido el motivo temático del segundo pasodoble. Hemos sustituido las pequeñas grandes cosas por un universo de tecnología en nuestra infancia. De gran belleza son los primeros tramos de la melodía. Bien cantado, sin estridencias.

El primer cuplé, al animalismo. El segundo, al mal rollo en la Zarzuela. Estribillo sencillo y gustoso, como el conjunto del repertorio. «Que cantando carnavales Cádiz espanta sus males y se convierte en eterno» ha sido el remate.

El popurrí comenzaba con una balada en referencia al infierno en tu interior. «No permitas que el miedo apague tu voz» ha sido su llamada, tal vez un tanto moralista a lo largo del pase. La comparsa, siempre afinada, volvía a bajar para cantar sobre un arpegio de guitarra los pecados del carnaval. Al modo del credo de 'Los Peregrinos' que compuso Juan Carlos Aragón, pergeñan un himno profano al carnaval. «No tengo más que la religión del carnavalero».

La sobriedad en la interpretación vocal y la frugalidad de las melodías dejan un buen sabor de boca, pero ha faltado mordiente. Y, tal vez, agresividad.

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