CARNAVAL DE CÁDIZ
A la calle
El que se apunta a este concurso debe traer un mínimo de calidad vocal, musical y literaria

Muchos nos sorprendimos por el nivel que ofreció la chirigota «Abre tus ojos» sobre las tablas del gran teatro Falla, es normal. Un nivel paupérrimo en todo lo que ofrecieron ante el respetable, en la idea, el tipo, las letras, la música y la afinación. No había por donde cogerlos, no salvaron nada excepto la expectación creada por saber cual era su mensaje. Esta agrupación ha sido tal vez el extremo mas ultra de la incoherencia y del despropósito desde hace muchos años, pero también es cierto que han pasado algunas más que, aún sin llegar a ese límite, han estado rozando el poste en esas cuestiones de afinación, letras tipos e ideas. Grupos con autores desconocidos o conocidos incluso, que no han dado el mínimo nivel esperado para inscribirse en un concurso de coplas de carnaval con tanto prestigio como el nuestro. Un concurso al cual hay que venir con la convicción de concursar y no solo de echar un buen rato con los amigos o parejas. Para eso están las agrupaciones callejeras, es decir, para eso está la calle. El que se apunta a este concurso debe traer un mínimo de calidad vocal, musical y literaria. No todo el mundo tiene derecho a participar, a mi me encantaría opositar a los premios Planeta, Alfaguara, al premio Herralde de novela o incluso al premio Nadal, pero ni se me ocurre. Por mucho que me guste escribir, por mucho que lleve 41 años escribiendo para carnaval y por muchos artículos que haya escrito en estos 14 años de colaboración con el Diario de La Voz. No tengo nivel para ponerme encima de esas tablas literarias y enfrentarme a ese público experto de lectores.
Está pasando que muchos grupos incorporan a sus familiares más directos o parejas sentimentales en la nomina de cantantes en sus agrupaciones y ocurre que la mayoría de las veces no coincide ese lazo familiar con la calidad artística e interpretativa del pariente y así poco a poco van desvalorizando el conjunto en cuestión artística.
Entiendo que aunque el grupo pierda en calidad artística gana muchísimo en la calidad humana y de relación interfamiliar, para eso está la calle.