COAC 2024
Martínez Ares: «Algún año descansaré porque mi cuerpo me lo está pidiendo a gritos»
CARNAVAL DE CÁDIZ
El autor presenta esta noche 'La oveja negra', una comparsa con la que aspira a lograr su décimo primer premio
'El Niño' que se hizo mayor: se cumplen 40 años del estreno carnavalero de Martínez Ares con 'Requiebro'
Orden de actuación de las preliminares del COAC 2024 en el Concurso del Falla en Cádiz
Antonio Martínez Ares es uno de los autores más importantes de la historia del Carnaval de Cádiz por derecho propio. En el 40 aniversario de su primera agrupación, 'Requiebro', no falla a su cita con un Concurso que, expone, en lo mollar no ha cambiado tanto desde entonces y trae hoy al Gran Teatro Falla 'La oveja negra'. Sabe de la transcendencia que adquiere su obra en toda España y carga con gusto con esa responsabilidad. Tras ganar con 'La ciudad invisible' en 2023 y 'Los sumisos' en 2022, podría lograr lo que nunca antes ha conseguido, tres triunfos consecutivos en el Concurso, lo que elevaría su prolífico palmarés hasta diez primeros premios.
-¿Cuáles son sus sensaciones ante este estreno y cómo llega la comparsa al Falla?
-Las sensaciones son buenas. Llegamos como siempre, apretados, muy apretados en el tiempo. Para el primer día, controlado, pero ya a partir de ahí... Evidentemente todos los grupos tienen estrategias y tienen tácticas, yo es que soy de los nunca tienen el cien por cien del repertorio terminado, entonces a mí me queda aún la vida por hacer.
-Es que además de la cercanía con las fiestas, les ha tocado cantar muy pronto.
-Cuando te toca al principio o al final hay diversas maneras de entender el Concurso, eso siempre se ha visto así. Viendo cómo nos ha tocado, para el primer día bien, aunque siempre es un día de ver cómo se conecta con el público, de nervios, de ver si hay una química buena entre los que escuchan y los que cantan. Ya luego va un poco rodado pero con otro tipo de nervios. Son etapas distintas, sabes qué cartas han utilizado los demás y van por ahí los tiros. Pero el primer día es siempre muy complicado, el más bonito, pero muy complicado.
-¿'La oveja negra' sigue la conexión argumental de las anteriores, que estaban relacionadas entre sí?
-Eso te lo respondo esta noche, pero en principio no tengo ninguna intención de hacer un añadido, una extensa nueva parte de las anteriores. En absoluto. Pero ya lo escucharéis.
-¿Qué mueve a un autor con una experiencia tan dilatada y habiendo ganado tantos premios a seguir sacando comparsas?
-Yo creo que va relacionado con superarte a ti mismo, pero eso también tiene una parte bastante difícil porque el Concurso es largo, tedioso, son muchas agrupaciones y uno compite. Pero cada año se me hace más pesado. Este por ejemplo se me ha hecho un mundo, aunque entiendo que no todos los años vienen iguales y este ha sido complicado en algunas cosas, igual que otros, que te cogen un pelín regular. Pero cada vez me noto que estoy más agotado.
-Ha expresado en alguna ocasión que su intención es continuar sin un final predeterminado. Ahora que refiere estar cansado, ¿hay alguna clausula revisable en su figurado contrato con el Falla?
-Hombre, clausula revisable debería haber siempre. Yo creo que algún año descansaré porque mi cuerpo me lo pide, me lo está pidiendo a gritos y ya es una cuestión de salud. Ya me lo había planteado para este año, lo que pasa es que nos podían las ganas y queríamos y queríamos. No sé, llegará un año de estos que diga que por lo menos un añito tengo que descansar.
-¿Cómo ve el Concurso y lo que le rodea? Algunos autores como Tino Tovar han expresado estar algo saturados al respecto. ¿Ha cambiado mucho respecto a cuando empezó a hacer comparsas?
-Lo que pasa es que yo el Concurso no lo sigo, entonces es un punto que no sé si es mejor o peor pero por lo menos a mí me beneficia. Porque de una manera, y espero no molestar a nadie con esto, yo no me intoxico con lo que pase durante el Concurso. Ya cuando acaba todo sí soy de los que escucha y puedo hacer una valoración. Ahora, si hablamos de lo que hay alrededor, yo creo que eso no ha cambiado. A lo mejor ha aumentado en número de seguidores, pero ese mundo que lo rodea, a la vez maravilloso, cruel, precioso y fantasmal, eso sigue estando y es algo con lo que hay que vivir. Es cuestión de adaptarse o morir en el intento. Entiendo a Tino cuando dice que necesita un año de desconexión para tener un poco de distancia. Pero esto, de manera estructural, interna o de bases, no ha cambiado nada. Y en aspectos de la gente que lo rodea, tampoco. Vivimos en un constante día de la marmota.
-Lo que sí ha cambiado con las redes sociales es la inmediatez y el alcance de las opiniones.
-Sin duda, pero eso es así y ya está. No me molestaría en dar una opinión más allá de esta. Yo conozco a gente que se envenena mucho porque está con las redes viendo lo que comentan de él, los memes que han hecho, que se parece a una agrupación del año no sé qué... Como estoy alejado de eso, no me enveneno, a mí no me afecta.
-La situación que vive la población en Gaza, el ruido que rodea la política española... Temas hay para escribir, ¿no?
-Por desgracia, las guerras siempre continúan y las luchas internas de poder político nacional también. Eso está ahí, igual que el tema de la monarquía y otros muchos. Yo soy de los que intenta hacer algo al respecto todos los años, pero como no tengo la obra cerrada, todavía no sé si voy a coger alguno de estos perfiles como pilar para sustentarla.
-El pasodoble de 'Los sumisos' tremendamente crítico con José María González 'Kichi' tuvo mucha repercusión. Viendo los resultados electorales, parece que muchos gaditanos estaban de acuerdo en buscar un cambio.
-Tampoco quiero ser un vaticinador de nada, no soy un Nostradamus del carnaval ni mucho menos. Cuento lo que creo que debo contar, de una manera muy personal y ya está. Hay veces que no consigo tener el refrendo del público, me ha pasado en bastantes ocasiones y la respuesta ha sido de «¿dónde va este?» o «¿qué estás haciendo, Antonio?» A lo mejor en este caso ha habido un hartazgo de cosas y es posible que con la química entre unos y otros hayamos tenido un «sí» como respuesta al pasodoble. Pero bueno, ni los buenos son tan buenos ni los malos son tan malos, como decían en el cuarteto.
-El bagaje de haber sacado comparsas históricas y tener aficionados que siguen su obra año a año desde prácticamente cualquier lugar, ¿genera una presión a la hora de escribir y componer?
-Todo tiene influencia. Aunque suene feo, yo creo que tengo una lupa un poco distinta a los demás, me miran de otra forma. Para algunas cosas está muy bien y para otras no tanto, pero tengo que trabajarme eso mucho porque son muchos años e intento esforzarme para superarme a mí mismo. Pero qué duda cabe que al tener un montón de miradas ahí, no solamente de una manera local, sino provincial, andaluza e incluso vamos a decir que un poco más allá, esos miles, millones, de ojos están ahí aunque tú no los veas en el Falla. Y se multiplican y se multiplican a los minutos. Y claro que eso es una mochila con la que cargo y lo acepto encantado.