CARNAVAL DE CÁDIZ
Manuel Muñoz: Del Falla a la calle
Personalmente, he disfrutado mucho de este Carnaval, con un buen nivel de coplas y un público y una prensa cada vez más exigentes, lo que contribuye a mantener el nivel
Una vez concluido el Concurso de Agrupaciones del Carnaval de Cádiz, es momento de hacer balance. Tras la bajada del telón el viernes, muchas y variadas opiniones se ciernen sobre el certamen.
Un concurso que ha sido calificado en diversos medios como carente de crítica. Los autores de letras intentan hacer piruetas para que las temáticas resulten novedosas, algo cada vez más complicado conforme avanza cada edición. Por otro lado, si una temática ya ha sido desarrollada previamente, el enfoque debe ser original para lograr captar el interés. También hay una clara búsqueda de lo poético y lo estético.
Es injusto afirmar que la competición ha perdido crítica cuando aún hay quienes luchan por mantener su nivel. Autores como Jona, que en esta edición ha escrito sobre la gestión del Ayuntamiento, el retraso en las ayudas de la Ley de Dependencia, la reducción de la jornada laboral y los carnavaleros que fallecieron durante la Guerra Civil. Jesús Bienvenido dedicó un pasodoble el Día de Andalucía a Manuel Caparrós, a la sanidad pública, a Palestina y al heteropatriarcado. La comparsa de Piru y Tomate ha tratado temas como la inmigración, la violencia machista y la Asociación de la Cantera. Chapa ha criticado al Rey Emérito (y al no Emérito), a Juanma Moreno y a la discriminación que recibe Andalucía por parte del resto del territorio español.
Como mencioné anteriormente, hay temáticas que, por razones obvias, se repiten. Sin embargo, los autores logran ofrecer una nueva perspectiva para que el pasodoble sea atractivo.
Y el Carnaval no es solo crítica; es humor, ironía, perspicacia. Hemos sido testigos del regreso de Yuyu, con sus historias absurdas ( en el mejor de los sentidos) en pasodobles llenos de surrealismo. También hemos contado con la chirigota de los Villegas, que ha abordado la dislexia con respeto y, al mismo tiempo, con grandes dosis de humor.
Tampoco ha faltado la agrupación revelación del Concurso: «Los Calaítas», un grupo con la autoría de un joven autor que ha sabido ganarse el cariño y el aplauso del público desde el primer momento. Han elevado su nivel a medida que avanzaba el certamen, demostrando que su pase de preliminares no fue solo el sueño de una noche de verano.
Por otro lado, está Selu, que aunque su chirigota no haya sido de las más aclamadas, sigue estando presente año tras año con su innegable ingenio. También ha regresado el Canijo, que, aunque se quedó en cuartos de final contra todo pronóstico, presentó una chirigota de gran nivel.
Los coros demuestran cada año que el nivel musical es cada vez más exigente y sofisticado, con Luis Rivero y sus espectaculares puestas en escena. Y en la modalidad de cuarteto, Gago y compañía rozan el límite del humor, llevándolo a su máxima expresión con creatividad, frescura y un poquito de «maldá»
Personalmente, he disfrutado mucho de este Carnaval, con un buen nivel de coplas y un público y una prensa cada vez más exigentes, lo que contribuye a mantener el nivel. La única objeción ha sido la duración del certamen, con esa fase de preliminares que se hizo interminable.
Y ahora toca la calle, la verdadera esencia del Carnaval, donde el ingenio y el humor hacen de esta ciudad un lugar único en el mundo. Ahora toca disfrutarlo, siempre que el tiempo lo permita. ¡Feliz Carnaval a todos y todas!