Carnaval de Cádiz 2022

‘Legales’ y coros intentan salvar un deslucido final

Las agrupaciones del Concurso y las peñas se entregan en una calurosa jornada con más ilusión que público

J. M. Aguilera

12 de junio. Domingo de Piñata . ¿Un regalo? Un Carnaval a medias, más cercano al festival de verano que al tradicional de febrero. Culmina la Semana Grande de Cádiz muy empequeñecida, zarandeada por el levante, vapuleada por decisiones políticas, salvada por la pasión de los carnavaleros.

Galería.

El carrusel , además del de coros, ha sido de sensaciones. La fortaleza de algunos latidos que se resisten al morir han permitido que este Carnaval viviera momentos interesantes, en cierto modo ilusionantes. Los dos sábados se han desligado del botellón (pues apenas han venido foráneos) y se ha aferrado a la copla y el disfrute a la manera gaditana, hasta con actuaciones en el mítico Puente Canal de la Caleta.

Jueves y viernes han impreso estampas nostálgicas, propias de otros tiempos, pues el oriundo y los vecinos de al lado se han sobrepuesto al cansancio para acercarse a las agrupaciones con determinación y pasión. Pese al viento, pese al calor, pese a la fecha más propia de romería, feria o exámenes que de moscatel y tablao.

Pero llegaba el Domingo, el final, el epílogo, y ya la primera incidencia aventuraba un triste desenlace. El levante, fortalecido en sus últimas horas, suprimía la quema de la Bruja Piti y el dios Momo como ya se llevó en volandas el carrusel del paseo marítimo, directamente al mercado. Como si estos dos seres sobrenaturales se negaran a inmolarse en fechas que no le corresponde. Todo ha salido del revés.

Durante la jornada, el aficionado daba la espalda a la copla para refugiarse donde podía de los rigores del astro rey y la malaje de Eolo. Había Frito gaditano en Candelaria , (berza en la peña la Negrita) y esos cocineros ya sufren en marzo así que imaginen en verano. Por ello las actuaciones de las agrupaciones que participaban en el concurso de la Peña La Estrella contaban conmenos seguimiento del deseado. Que no del esperado.

La Brigada, Aquí huele a verdín, Después de Cádiz, ni hablar y Los conquistadores abrieron fuego. Tras estos, se subieron a las tablas el coro Tierra y Libertad, la comparsa La boquita prestá, el coro Químbara, la chirigota Los caraduras de Cai, el coro Los Babeta, la comparsa Los quinquis y, por último, la chirigota La misión (El Evangelio según Santander. Los finalistas de tan prestigioso certamen. Los premios fueron para el coro de Pedrosa, la comparsa de Vera Luque y la chirigota de Manolín Santander.

Viento, calor y coplas, en ese orden

El aire no aflojaba, el calor no mermaba, pero con el crepúsculo se dejaba notar algo del fresquito gaditano. A las 20.30 horas arrancaba el carrusel de coros con un recorrido único alrededor del Mercado Central . Los coristas decidieron, de manera tan acertada como tardía, unificar el trazado para evitar imágenes como la del primer domingo.

En esta ocasión no contaban con la competencia de la cabalgata y por eso el ambiente se multiplicaba frente a las bateas. Aún así, sorprendía el extremo vacío entre coro y coro, al paso del tractor. Del bullicio exagerado al Carnaval en familia .

Participaban los coros ‘La fábrica de conservas’, ‘Un coro de la hostia’, ‘Los dueños de Cádiz’, ‘Gades no paga traidores’, ‘La producción’, ‘Químbara’, ‘Su majestad’, ‘Tierra y libertad’, ‘El carromato de los niños’, ‘La gaditana que vuelve’, ‘El telón’, ‘Carrera oficial’, ‘Pachamama’ y ‘El coro de la Isla’. El recorrido alternativo lo hacía el coro ‘Los babeta’, una tradición heredada de su época con Pastrana y Zamora. Empezaban en el Arco de la Rosa y acababan en la plaza del Cañón.

Encomiable el empeño y desempeño de las agrupaciones ‘legales’ , las del Concurso. Da la impresión de que algunos autores y componentes han intentado personalmente salvar esta edición oficial, ya que se aplazó la fiesta para mantener ligado el COAC al Carnaval. Con las callejeras fuera de su hábitat natural, en algunos momentos muy puntuales se les ha podido ver danzar por sus callejones habituales, pero desoladas ante la falta de público.

Así que han tomado el testigo parte de las chirigotas, comparsas y cuartetos que hace una semana se batían el cobre en el Falla y esta semana se han dejado la garganta en las calles y los tablaos. Han desafiado al calor y al levante y han provocado las aglomeraciones propias de esta fiesta.

La comparsa ‘Los sumisos’ , como antes hiciera la chirigota del Selu, tomaba el Oratorio San Felipe Neri ante la expectación de miles de aficionados que permanecían expectantes ante las coplas del grupo de Martínez Ares. Un placer reservado para unos pocos, sentir desde tan cerca las melodías de las estrellas de este folclore popular.

Los actos oficiales concluían con la gran sesión de fuegos piromusicales en el torreón de las Puertas de Tierra, amenizada por el concierto de DJ’s Lollypop. Ambiente radicalmente diferente, de corte adolescente, que ultimaban las horas de permiso antes de regresar a casa y pensar en la tarea que les pondrán este lunes en el instituto.

Concierto de DJ’s Lollypop Nacho Frade

Buen sabor de boca para los que temían la hecatombe, triste final para los que soñaron con un Carnaval en mayo y se encontraron con un sucedáneo. Un buen Concurso, cortito y gaditano, y una Semana con algún latido y poco pulso, pero al precio habitual. Una inversión ruinosa salvada por el propio Carnaval, que reivindicó febrero como expresión y batalló por remontar en temporada estival, contra viento y marea.

Es el final del Carnaval. Y posiblemente el principio de algo nuevo.

Artículo solo para registrados

Lee gratis el contenido completo

Regístrate

Ver comentarios