Jenaro, el empresario condenado por estafa que llegó a fingir su muerte, otro de los componentes de la chirigota de presos que actuará en el Falla
Presos de Puerto III, entre los que hay un codenado por abusos sexuales a menores, están invitados en las semifinal del miércoles del Concurso de Carnaval COAC 2022
Jenaro Jiménez, el empresario gaditano que fingió su muerte ahogándose supuestamente frente al Faro de Trafalgar y después se fugó a Paraguay y Hungría tras ser condenado, volverá por Cádiz, su ciudad natal.
El procesado, que ingresó en Puerto III en el módulo de respeto, en los que suele haber internos que, a juicio de la administración, no son peligrosos y en su caso ya disfruta de permisos penitenciarios. Jenaro ha sido incorporado «hace poco» a la chirigota que actuará en el Falla el miércoles como invitados en las semifinales del Concurso de Carnaval COAC 202 2. Esta iniciativa se enmarca dentro de la idea de reinserción y entre los internos que la componen hay un condenado por abusos sexuales a menores que cometió dichos delitos valiéndose de que eran autores del Carnaval infantil.
Respecto a Jenaro Jiménez, como se recordará, fue detenido en 2016 en Hungría. Sobre el empresario gaditano pesaba una orden de búsqueda y captura internacional por parte del Juzgado de lo Penal número 1 de Cádiz. Cuando fue arrestado, el ahora reo se encontraba en paradero desconocido desde hacía más de año y medio, después de que se le condenara el 2 diciembre de 2011 a dos años prisión por un delito de estafa al que era su cuñado en 2008.
La increíble historia de Jenaro Jiménez saltó a los medios cuando hace nueve años huyó a Paraguay después de hacer creer a su familia que había fallecido ahogado mientras hacía submarinismo . Justamente, pocos días después de cometer la estafa sobre su cuñado por la que sería después condenado. Además allí creó una vida paralela y se hacía llamar Álvaro Domecq.
La última vez que su nombre salió de nuevo a la luz pública fue tras ser condenado en otro de los juicios que tenía abiertos a seis años de prisión. El procesado llegó a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía, aceptando los hechos que se le imputaban y una condena de cuatro años de cárcel por un delito de falsedad documental en concurso medial con estafa continuada, y de dos años y medio por apropiación indebida.
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