COAC 2022
Las claves de las preliminares: un Concurso sin sorpresas, con miedos y con un serio desafío
Un certamen de transición, muy gaditano y con un alto nivel en comparsas, empieza a transitar por un camino peligroso sin un claro destino
Las preliminares del COAC 2022 tocan a su fin y el Concurso de Carnaval del Falla deja una sensación de continuidad. Es como si no hubiera ocurrido nada. Ni pandemia, ni crisis, ni cambio de fechas... Engancha con el de hace dos febreros y da la impresión de que poco o nada ha cambiado. El certamen, uno de los tesoros más valiosos de esta ciudad, se ha quedado frenado. Le falta frescura, espontaneidad, distinción. Es excesivamente previsible sin menoscabo de su valor.
La calidad, el arte y el compromiso de autores e intérpretes son elogiables. No es una crítica a su buen hacer, sino a que todos (carnavaleros, políticos, prensa) se han instalado en una zona de confort donde nos sentimos cómodos , sin sobresaltos. La prueba más evidente es que el pase a la semifinal, los jurados, las críticas y este mismo análisis se podrían haber escrito hace dos semanas, justo antes del inicio del COAC, y la similitud sería escalofriante. Será recordado más por el desafío a sus cimientos más que por una verdadera renovación. Y por algunos disparates organizativos que ya no se pueden achacar al Patronato.
En cuanto a la competición, en el IBEX cotizan las comparsas muy por encima de cualquier otra modalidad, especialmente de chirigotas y cuartetos, muy a la baja. Y el certamen es tan recogido que se ha mirado hacia dentro, a Cádiz, en fondo y forma. Con un pasito más, muy pequeño, en la total integración de la mujer. Estas son las claves de las preliminares más cortas (nueve sesiones) de las últimas décadas.
Sin sorpresas
Entronca con la primera reflexión. Es un Concurso en mayo, fuera de fecha, con ausencias destacadas y que ofrece una oportunidad magnífica para la exploración y la experimentación . Para la llegada de nuevos rostros, fórmulas distintas. Pero la primera fase se ha desarrollado sin ninguna sorpresa destacable.
Los punteros, los de siempre, están arriba y vuelven a ser los mejores . Regulares (de regularidad). Moviéndose en los márgenes donde se sienten más cómodos. Los de abajo o no se han presentado o siguen sin despuntar. Y la clase media sigue sólo con aspiraciones. Al margen de la incorporación de Leo Power y Miguel al cuarteto, y la aparición/consagración de las mujeres tanto en la interpretación como en la autoría, apenas hay nada reseñable que le diferencia de la anterior década. Todo sigue (casi) igual.
La Autocensura
Será porque el alcalde de Cádiz es un antiguo compañero, quizás por miedo a perder los premios en un Carnaval que, como todo, cada día está más mercantilizado y un puesto más bajo en la clasificación puede arrastrar consecuencias económicas. Tal vez por el temor al rechazo tanto de los aficionados, de las redes o la prensa. Es la proclama de esta sociedad ya extendida al Carnaval: «A mí no me 'meta' en jaleo». No hay letras críticas, de esas que provocan un encendido debate, una discusión acalorada. Que divida el Teatro, que reciba el aplauso de unos pero también la desaprobación de otros. ¿Estamos todos de acuerdo con todo? Falta polémica, morbo, los puñales de otra época, esa capacidad subversiva que regenta esta tradición. Meter el dedo en la herida, levantar ampollas, tocar la fibra del poder. Las únicas batallitas un tanto infantiles son entre las propias agrupaciones y con pataditas debajo de la mesa.
Cierto es que en un pasodoble de Carnaval, en verso y con música, resulta muy difícil reflexionar con profundidad sobre temas complejos y poliédricos. Que es más fácil y llena más, entra mejor, una copla simple y populista. Pero la realidad es que autores, intérpretes, comentaristas y periodistas retiran la pluma y se muerden la lengua para esquivar terrenos pantanosos. Nadie critica porque nadie acepta ser criticado. Y de la censura externa se ha pasado a una autocensura cada año más evidente.
Un Concurso corto positivo pero el orden es un sinsentido
Este Concurso tan atípico, al celebrarse en mayo, ha provocado un descenso de agrupaciones prácticamente a la mitad. Sólo 61. Así se han quedado unas preliminares de tan solo nueve sesiones, con 16 funciones en total. El grueso de las punteras, muchas de Cádiz, han decidido dar el paso al frente, por lo que en realidad la clasificatoria ha sido unos cuartos de final encubiertos, con bastante calidad y muy pocos esperpentos. Aunque las semifinales se han resentido seriamente.
Favorece al aficionado, al jurado, al espectáculo, al Carnaval y sobre todo a las grandes agrupaciones. No tienen que lidiar en noches funestas, ni se hace tan larga la diferencia entre el estreno y la siguiente actuación. Así que reaviva el debate de una criba previa fuera del Falla para exigir un mínimo de calidad con un primer filtro o fijar un máximo de agrupaciones que permitan establecer un calendario fijo y esto no se eternice. El único perjudicado es el Ayuntamiento, que hace menos caja con la taquilla, y los defensores del supuesto espíritu del Carnaval que insiste en que todos tienen derecho a cantar en el templo de los ladrillos 'coloraos'.
Las circunstancias han mejorado el COAC de este 2022 y la sensación es que es mejor que las ediciones preferentes. Pero se ha pifiado enormemente con el orden . No tiene sentido para nadie, sobre todo aficionados y jurado, que actúen tres comparsas seguidas y luego dos chirigotas. O que cierre un coro . Por lógica volverá el orden anterior en el que se intercalaban las modalidades. En muchas ocasiones el deseo de cambiar algo provoca que se toquen cosas que están bien como están.
Un jurado desconcertante
Sólo se ha vivido un corte y ¡vaya corte! Por supuesto que nunca llueve a gusto de todos y el papel del árbitro es el más difícil en cualquier juego. Decidir quién sí y quién no. Pero el primer veredicto ha resultado desconcertante. Es posible que haya que cambiar las bases y que esto sea un suplicio, pero la manera de reivindicarlo no es justo después del fallo, ante las cámaras, con una pancarta política en el escenario y la lengua fuera. A las agrupaciones se les exige la excelencia, así que a los jueces un mínimo de presencia .
Durante unos pocos minutos son la imagen de este COAC (recordemos que el Carnaval quiere ser Patrimonio Inmaterial de la Humanidad). Hay que cuidarla. Las formas. Pronunciar bien los nombres de las chirigotas, a un ritmo normal y no como si estuvieran evacuando el Teatro por causa de incendio. Todo ello más allá del papelón de tener que puntuar una comparsa que ha cambiado una pequeña parte de su repertorio para considerarla inédito, y sancionar tanto a Matria como Bendito Locura por clavar las notas. Y la puntuación es bajísima. El fallo... discutible, como todos.
Los desafíos al Concurso
Este Concurso de 2022, aparte de por el calor y la fecha atípica de mayo, se recordará por el desafío de la comparsa de David Carapapa. 'Los indomables' han ganado la batalla mostrando las flaquezas de un reglamento no con fisuras sino con socavones. Obliga a estrenar un repertorio inédito y Márquez Mateo cambió lo justo (algunos acordes, unas pocas letras) para que escrupulosamente se considerara original. Pero en esencia era la misma comparsa de febrero.
Es la denuncia del Carapapa pero ¿acaso el mejor Concurso de coplas de Carnaval del mundo no merece que el repertorio sea inédito? ¿Que los aficionados gaditanos sean los primeros en escuchar estas canciones? ¿No desluce el certamen que se estrene en otros rincones? La reivindicación de 'Los indomables' no queda clara pues alude a los derechos de imagen al final del popurrí, pero lleva el partido a otro terreno de juego. ¿No sienta un pésimo precedente? ¿No vamos a salir peores de esto?
A un nivel similar está la comparsa malagueña 'Matria' que entonó el mismo repertorio que en febrero. Porque sí . Fue descalificada pero coparon 30 minutos de plena expectación. Y los jóvenes gaditanos de la chirigota 'Los de Cádiz sur' se colaron sin tipo. ¿También está mal que las bases exijan que los que participan vayan disfrazados, en un Concurso de Carnaval?
Alto nivel en comparsas
Toca analizar la esencia del Concurso. Se confirma la tendencia. La modalidad de la comparsa vive un momento dulce pese a haber perdido un referente histórico, Juan Carlos Aragón, y a que Jesús Bienvenido explore nuevos senderos alejados del Concurso.
Martínez Ares, Tino Tovar y la nueva comparsa de Chapa mantienen su nivel entre notable y sobresaliente, según gustos. Se han unido dando el paso definitivo los 'ya no tan jóvenes' Jona, Germán Rendón y Piru y Tomate . Quique Remolino, Fran Quintana, Bustelo, Nene Cheza ... fortalecen esa clase media con aspiraciones y aprietan para que nadie se relaje. Y para colmo se une Vera Luque de la mejor manera posible. Por detrás también hay gente llamando a la puerta, y es que se podría hacer casi un concurso exclusivo de comparsas.
Inexplicable que se decidiera que podían pasar a semifinales 15 comparsas y 15 chirigotas. El mismo número.
Y bajón en chirigotas
El humor es lo más difícil. Mucho más aún con las redes sociales donde la broma es instantánea. La chirigota sufre una crisis porque grandes autores como Selu, Yuyu o la chirigota del Love no han tenido un relevo generacional (con la salvedad de Vera Luque). Este 2022 se lamentan ausencias importantes y por desgracia no se ha producido la típica sorpresa de años precedentes (Daddi Cady, Molina, Bizcocho, Puerto Real, Cascana...).
Así que se ha notado un descenso significativo de calidad. En las últimas ediciones se está produciendo esta fluctuación, años mejores y otros peores, pero es cierto que sin ser una crisis se percibe un desgraciado declive de la modalidad. El Carnaval ha de ponerse en manos de sus mejores genios para lograr una remontada . Quizás sólo sea una cuestión de hornadas, de generaciones, o algo más profundo. El tiempo dirá.
La mujer da un pasito más
La integración de la mujer en el Concurso del Falla merece un debate más profundo y alejado de tintes populistas y simplistas, si de verdad se desea una evolución positiva y no promover un mensaje para ganar 'likes' y 'followers'. El contexto actual no es el más propicio para ello, sin duda. El Carnaval estaba huérfano de autoras y cada vez son más las que se incorporan, con Marta Ortiz en 'We can do... Carnaval', Patricia Andrés Solozábal en 'La predicadora', Monserrat Mascareña en 'Bendita locura'...
Ya hay muchas féminas con un papel preponderante en sus grupos, sea en su formación y en su afinación y dirección, y empieza a ser habitual que se incluyan en comparsas de mayoría masculina (Tino, Piru...), hasta en las grandes. Algo más, pero a todas luces insuficiente. La esperanza es que pese al ritmo excesivamente lento, la realidad es que siempre es hacia adelante, no hay un paso atrás .
Concurso 'lowcost' y con menos ensayo
El de 2022, el de mayo, es un Concurso de transición . Es fácilmente perceptible. En temática, en formas y composición, se advierte que sobre todo los grandes dividen su mente entre el presente y el futuro más reciente. En cuanto acabe en junio ya habrá que dar forma al del próximo febrero, el auténtico (hay autores que hasta tienen parte adelantada de su próxima propuesta).
Por ello se ha reducido el nivel de riesgo. La inversión ha sido menor, y es cuantificable en tipos y puestas de escena . Hay excepciones (renacidos, caraduras, cantera...), pero gran parte ha optado por reducir gastos y/o reciclar enseres de antaño. Es un Concurso 'lowcost' y con menos ensayo por parte de las agrupaciones. La interpretación está un punto por debajo de lo habitual.
En Cádiz, de Cádiz, por Cádiz
Y para el final, aunque podría ser el principio, es un Concurso de Cádi, Cádi. El cambio de fechas se ha sentido negativamente en la presencia de agrupaciones foráneas. Hay menor expectación mediática porque es un certamen más gaditano que andaluz. Y los grupos han apostado por repertorios muy gaditanos tanto en las ideas como en las composiciones musicales.
Apenas unos pocos han bebido de fuentes lejanas. Músicas clásicas, compases viñeros, temáticas muy localistas y tipos cercanos en lo físico. Han sido Cádiz y los gaditanos los que han querido salvar este Carnaval y este microcosmos ha vuelto a ser la principal fuente de inspiración.
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