Antonia se consagra como chirigotera en el templo del Carnaval

La copla más emotiva de la sesión del jueves la protagonizó una madre chirigotera. Antonia, directora de la chirigota chiclanera 'Entre sabanas, selvas y ríos...Este año vamos al Rocío', y madre de José Antonio Molina , se estrenó a sus 55 años sobre las tablas del Gran Teatro Falla en la modalidad del ingenio y lo hizo a lo grande.

Esta aficionada no sólo vivió su estreno en el centro de la agrupación junto a su hijo, sino que además protagonizó un bonito pasodoble. Como sorpresa, Antonia se encontró con un bello gesto, toda una declaración de su propio hijo. Una letra con la que el popular Molina quiso poner en valor la presencia de su madre sobre el escenario, más allá de los premios. «Mi mayor premio es tener una madre chirigotera».

Minutos más tarde, la protagonista seguía sin creerse lo que había vivido sobre el escenario en su estreno chirigotero. «No sabía que me lo iban a cantar, no me lo esperaba», apuntaba, mientras su hijo confesaba que habían hecho un grupo aparte de whatsapp para organizar los ensayos cuando Antonio no podía acudir.

«Llevábamos dos semanas sin darle al pasodoble porque no hemos tenido ocasión», confesaba el autor.

Antonia debutaba así en la modalidad de chirigotas, cumpliendo un sueño, no sólo por el salto a la modalidad sino por hacerlo con su hijo. Hasta este momento, sólo había acudido al teatro como componente del coro del Alemania y como público, para ver a su hijo. «Llevamos muchos años queriendo salir juntos pero nunca se había dado. Y este año, después del confinamiento me dijo que había llegado el momento, que yo salía», aseguraba con una sonrisa de orgullo que no podía borrar de su cara.

En unos meses, Antonia ya se ha convertido en una más del grupo, al que cuida a diario. «Yo los controlo. Hoy no han bebido nada», bromeaba esta madre chirigotera.