COAC 2023
Mil kilómetros y 40 minutos que unen el Falla y Santoña
CARNAVAL DE CÁDIZ
La chirigota se metió al público en el bolsillo a base de su narcotráfico de coplas, referencias locales y toneladas de poca vergüenza
Pongamos que quiere hacer usted un viaje a Santoña y que se encuentra, un poner, en el Gran Teatro Falla de Cádiz. Según el oráculo que es Google Maps, usted tardaría en coche diez horas y un minuto en recorrer los 976 kilómetros que separan esta población cántabra famosa por sus anchoas del templo máximo del Carnaval de Cádiz. Si por lo que fuera quisiera hacer una peregrinación tardaría usted 196 horas a pie. Es por esto que la vía más corta para llegar desde Cádiz hasta Santoña es escuchar a la chirigota de Eder Rey, que anoché fue la penúltima en la undécima sesión de preliminares del COAC.
El nombre de la agrupación, Fariña de mis ojos, ya nos daba una pista de lo que podría encontrarse el respetable. Por cierto, ironías de la vida, uno de los últimos usos legales de la fariña (ya saben, la farlopa, el perico, la merca, la cocaína) era precisamente el tratamiento anestésico oftalmológico. Cuando alguien diga que va de coca hasta los ojos, puede usar esta referencia.
El tipo se entendía pronto. Eran unos Sito Miñaco chirigotero. Cádiz, Tacita de plata (o plomo). En la presentación su poquito de Martínez Ares con La Niña de mis ojos y Los Carnivales. Son narcotraficantes... de coplas.
Pese a venir de la tierra del sobao, la agrupación tenía un regusto a adobo. Quizá en eso influyera que lleven viniendo al Concurso desde 2010 (en 2019 se colaron en Cuartos con Los de Cádiz norte, pero norte, norte). O también que la musiquita viniera firmada por El Lacio, que dejó un par de pasodobles suavecitos. Como hacen de gallegos, el acento (guiño, guiño) desentona menos. Lo que estáis fumando, chiquillos.
Referencias al Carnaval de Cádiz
Lo cierto es que los montañeses no estaban seguros de si lo que llevaban era buen material o estaban colando calicha. «Hicimos un ensayo general poco antes de venir en Santoña y no pillaban ni una referencia... y eso nos desconcertó», confesaba Eder Rey, gran capo chirigotero, al final de la actuación. Cuando lo escuchó el Lacio, les dijo que la mercancía era de calidad., «Fíjate, ¿quién nos iba a decir a nosotros hace 25 años, cuando empezamos con esto, que nos acabaría componiendo el Lacio?» se ponía serio Rey, que remachaba que el pasodoble que le han dedicado «es de corazón».
El público despidió en pie a la agrupación y, como pasa con el material en que está basado parte del repertorio, tiene ganas de más. «Pasar a Cuartos ya no es cosa nuestra. Pero con la reacción del público hoy ya estamos pagados, ¡esto ha sido mágico, ha venido todo rodado!»
«La conexión con Cádiz es tan grande que paseo por aquí como si estuviera en la plaza de mi pueblo...» resume Rey, que cerró su repertorio anoche afirmando que ser gaditano puede ser bonito, pero «más bonito es ser de fuera y sentirse gaditano».
Si en unos días los que mandan reclaman un nuevo alijo de coplas, volverán a repetirse los mil kilómetros que separan Cádiz y Santoña y que se cubren, copla a copla, en poco más de media hora.
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