cranaval de cádiz
La radio: el alma sonora del Carnaval gaditano
Este jueves se celebra el Día Mundial de la Radio, y en Cádiz, cuna del ingenio y la copla, resulta inevitable hablar de su profundo vínculo con el Carnaval
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Este jueves se celebra el Día Mundial de la Radio, y en Cádiz, cuna del ingenio y la copla, resulta inevitable hablar de su profundo vínculo con el Carnaval. Porque si hay un medio que ha sabido recoger el latir de esta ciudad durante su fiesta más grande, ese es la radio. Esa vieja amiga que, desde hace décadas, ha sido mucho más que una retransmisora de pasodobles: ha sido testigo, cómplice y altavoz de un sentimiento que no conoce fronteras.
Gracias a la radio, el Carnaval gaditano ha llegado hasta los rincones más insospechados. Antes de YouTube y las redes sociales, era un pequeño transistor el que permitía a miles de aficionados, dentro y fuera de la Tacita, emocionarse con la presentación de una comparsa o reír con el estribillo de una chirigota. En esas noches mágicas del Falla, cuando el teatro se convertía en templo, la radio era la única llave que abría las puertas para quienes no podían estar allí.
Y detrás de esas ondas, grandes voces hicieron posible esa magia. Voces como la del inolvidable Juan Manzorro, Vicente Lozano, Enrique Treviño, Carmen Coya, Pepe Benitez o Fernando Crespo, locutores que con su entrega y pasión elevaron cada retransmisión a una experiencia casi litúrgica. Ellos y muchos otros supieron narrar el Carnaval no solo con palabras, sino con alma, creando imágenes sonoras que aún resuenan en la memoria de quienes los escuchaban.
La radio ha sido el latido constante del Carnaval, un puente entre el Falla y la calle, entre Cádiz y el mundo. No solo ha llevado las coplas más allá de nuestras murallas, sino que ha sido refugio de la crítica y el análisis, espacio donde autores, componentes y aficionados han encontrado voz para debatir, reivindicar y perpetuar el espíritu combativo de la fiesta.
Hoy, cuando todo parece inmediato y visual, la radio sigue teniendo su lugar. Porque escuchar es imaginar, sentir sin ver, emocionarse sin filtros. Y en Cádiz, donde la imaginación y la emoción se escriben a compás, la radio siempre será ese altavoz eterno que convierte cada copla en patrimonio colectivo.
Este jueves, al celebrar el Día Mundial de la Radio, no podemos olvidar su papel crucial en el Carnaval gaditano. Ni a quienes, con su entrega y amor por las coplas, hicieron de las ondas un rincón de libertad, ingenio y alegría. Gracias, siempre, por darle sonido a nuestros sueños.