CARNAVAL DE CÁDIZ
La columna de JJ: El trato vergonzoso al coro de Puerto Real en la Gala del COAC 2025: Un ultraje al legado del carnaval de Cádiz
No se puede justificar un trato tan indigno, mucho menos en un evento que debería ser una celebración de nuestra cultura y nuestra memoria
Lo ocurrido ayer en la Gala de entrega de premios del COAC y de los Antifaces de Oro del Carnaval de Cádiz 2025 en el Gran Teatro Falla no solo fue una humillación para el coro de Puerto Real, sino un golpe directo a la memoria del carnaval gaditano.
Lo que debía ser un homenaje póstumo a la figura de Antonio García, el alma del coro, y a su legado, se convirtió en una imagen absolutamente lamentable que la organización no puede ni debe dejar pasar sin una explicación clara y unas disculpas contundentes.
El trato a los coristas históricos defensores del tango ribereño fue absolutamente indignante. Dos coros anteriores al suyo recibieron todo el apoyo logístico y técnico necesario: sillas para la orquesta, tarimas para situar a la cuerda de segundas y bajos, en definitiva, todo lo que exige una actuación digna. Pero al coro de Puerto Real, una institución de nuestro carnaval, se le negó lo más básico. Fueron obligados a actuar de pie, sin la más mínima formación de coro, y lo que es peor, la orquesta tuvo que buscarse la vida sobre el escenario para poder desarrollar su repertorio.
Fue lamentable ver cómo veteranos e históricos componentes de la orquesta del coro tenían que ingeniárselas para poder tocar en cuclillas, de rodillas o sentados en el suelo. Una imagen insólita, una burla al esfuerzo y la dedicación de una formación que ha sido clave en la historia del carnaval gaditano y con el agravante de que justo 6 minutos y medio antes sobre el escenario había cantado otro coro con sus sillas y sus tarimas correspondientes.
Este ultraje no solo es una falta de respeto hacia el coro de Puerto Real, sino hacia todos aquellos que han trabajado por mantener vivo el espíritu del carnaval, a los aficionados y al propio antifaz de oro Antonio García. ¿Cómo es posible que una agrupación que fue esencial para que el tango no se perdiera en aquel año 1966 no se le dé ni siquiera el trato mínimo que merecen?
El coro de Puerto Real no es cualquier agrupación; es la razón por la que muchos de los coros que hoy escuchamos siguen vivos, y por el que el carnaval gaditano continúa teniendo una tradición de tangos tan rica. Ellos son el humilde eslabón que permitió que nuestra música más genuina no desapareciera.
Es una desfachatez inaceptable que, después de todo lo que el coro de Puerto Real ha aportado al carnaval, ni siquiera se les conceda un camerino donde poder afinar o las sillas necesarias para poder cantar. La organización de la Gala, que debe velar por la dignidad de todas las agrupaciones y carnavaleros que suben a ese escenario, ha fallado estrepitosamente.
No se puede justificar un trato tan indigno, mucho menos en un evento que debería ser una celebración de nuestra cultura y nuestra memoria.
Este incidente no puede quedar en el olvido. La organización debe dar explicaciones claras sobre lo sucedido y, lo más importante, ofrecer una disculpa pública al coro de Puerto Real. Y no basta con un par de palabras vacías, deben asumir la responsabilidad que conlleva esta afrenta y reconocer que han fallado a una de las agrupaciones más emblemáticas de nuestro carnaval, a la memoria de su alma mater y antifaz de oro, y a los aficionados que sentimos impotencia y vergüenza al presenciar lo ocurrido. De lo contrario, este episodio quedará marcado como una mancha negra en la historia de la Gala del COAC y los Antifaces de Oro del Carnaval de Cádiz.
El carnaval de Cádiz tiene que estar a la altura de sus más grandes progenitores, y este trato vergonzoso a una institución como el coro de Puerto Real es una muestra de todo lo contrario.
Respeten la memoria del coro de Puerto Real, respeten a don Antonio García, respeten el tango genuino y respeten a quienes han elevado, mantenido y continuado nuestra historia y nuestra cultura popular.
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