Opinión carnaval
Veneno
Antes cada grupo en la intimidad del local de ensayo lamía sus propias heridas y se comían las críticas sobre el pase que habían realizado
Cuando era pequeño, recuerdo jugar en el patio del colegio de cemento y grava, recuerdo caídas propias y de compañeros donde nos desollábamos literalmente las rodillas y las manos, para las curas asistía al propio portero del colegio que sin formación ejercía de enfermero, cubría las heridas con «mercromina» y nuevamente a correr. Hoy en día un chiquillo, o chiquilla, cae en el colegio jugando y es la propia familia quien acude a urgencias al hospital, pero no solo los padres, si no también, los abuelos paternos y maternos, los tíos y tías, los primos y primas y hasta la vecina de tres casas más allá para que al final pongan «cristalmina» en la rodilla y manos.
El concurso ha evolucionado de igual modo. Desde que en el año 1989 comencé siempre ha tenido sus suspicacias, algunas veces el jurado, otras la venta de entradas, el organizador del concurso… pero en estos últimos años observamos como cada vez el concurso es más bronco, más basto; las pieles se han vuelto cada vez más finas.
Antes cada grupo en la intimidad del local de ensayo lamía sus propias heridas y se comían las críticas sobre el pase que habían realizado. Hoy en día hay que tener cuidado con lo que se comenta o dice sobre cualquier grupo porque algunos son muy susceptibles a las críticas. Todo tiene que ser precioso y bonito, no se puede mencionar ni siquiera que el grupo y la actuación ha sido mediocre porque poco les faltará para darte «el paseíto» y dispararte en el paredón si ni tan siquiera un juicio sumarísimo.
Como presidente de la asociación de Comparsistas represento a la modalidad antes cualquier organismo, reúno a la masa social, escucho la opinión de la mayoría, la traslado y defiendo en los lugares oportunos, informo de los resultados obtenidos. ofrezco asistencia de asesoramiento tanto informativa como legal, y por supuesto, procuro que la asociación esté viva, activa y participativa. Luego soy libre de expresar mi opinión como me venga en ganas de manera constructiva. Miraos el veneno.
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