Opinión CarnAval
¡Que le corten la cabeza!
El desarrollo de las funciones ha sido impecable, las horas de comienzo y finalización magníficas, el número de agrupaciones por función acertado… la cantera en horario de mañana suspenso
Cuando esté leyendo este artículo el jurado habrá comunicado su primera sentencia que a «priori» no debería suscitar polémica alguna, aunque es Cádiz y cualquier posibilidad es válida.
Hemos vivido, y sufrido, 17 preliminares y por las sagradas tablas del templo han pasado un total de 109 agrupaciones. Ahora, y no antes, podemos hacer valoración objetiva de lo que hasta el momento nos ha deparado este concurso 2024.
El desarrollo de las funciones ha sido impecable, las horas de comienzo y finalización magníficas, el número de agrupaciones por función acertado… la cantera en horario de mañana suspenso. El público en general se ha portado y ha permanecido en el teatro hasta el final de las funciones, pocas agrupaciones he visto cantar con el teatro vacío como en años anteriores. En cuanto a calidad hacer notar la mejora en la modalidad de coros y debemos estar felices que así sea; la modalidad necesitaba atraer la atención del público y la calidad y la lucha por los puestos de cabeza es muy atractiva. A mi entender, y con respecto al concurso anterior, en chirigotas hemos bajado el listón, las buenas han pegado bien, las malas han sido muy malas. En cuartetos podemos disfrutar de 3 de gran calidad, ojalá más y muy pronto. Y queda completamente demostrado y claro que la comparsa sigue siendo la modalidad reina en cuanto calidad y seguimiento, vaya pelea que no espera en esta modalidad, donde seguramente en el pase a semifinales comiencen a quedar fuera agrupaciones de nombre que a seguro generará suspicacias…. y no hablemos del pase a la final porque ahí rodarán cabezas.
Aún queda un concurso bonito, atractivo y competitivo, que desde hace años no se veía. En este primer vistazo apunta maneras, luego hablaremos si hay que acortar funciones, poner coto al número de grupos o dejar una fecha fija, disfrutemos de él y ojalá en la final podamos, de una vez por todas, homenajear a Pedro Romero porque en caso contrario sí que habría que gritar eso de ¡Qué le corten la cabeza!
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