OPINIÓN CARNAVAL
El comienzo
Una nueva idea, una nueva obra que comenzó a forjarse en la pasada primavera y que brotó como brotan las flores en el campo
¡Venga arriba que ya es hora!¡Llegó el día!
Le repetían mientras aún entre las sábanas calientes remoloneaba en la cama, no había dormido nada, los nervios le podían… Después de tantos ensayos y tanto trabajo hoy ¡Cantaba en el Falla!.
Una nueva idea, una nueva obra que comenzó a forjarse en la pasada primavera y que brotó como brotan las flores en el campo, poco a poco fue tomando cuerpo, atrás quedaron los primeros reencuentros allá por principios de septiembre, la ilusión de escuchar por primera vez el pasodoble, los días intensos de ensayos, los días sin ganas, los días de frio…los días de lluvia. Atrás quedó la pregunta «manía» en el mes de enero de «¿Ya estaréis ensayando? ¿no?, la sonrisa burlona y el pensamiento de «Aro, aro empezamos ayer».
Las horas pasan volando, la responsabilidad pesa, el tipo en su funda colgado de la perilla del ropero, el pito justo delante. Una mirada de reojo a cada paso, un suspiro en cada hora…una sonrisa nerviosa en cada segundo.
A la 1 salgo de casa, a las 2 la comida con la agrupación, a las 3 me pongo el tipo, a las 4 el maquillaje, a las 5 las visitas al local de aquellas personas que con cariño desean lo mejor, a las 6 el primer calentón de voces, a las 6.30 la ilusión del pasacalle, a las 7 el escalofrío al ver el Falla, 7.15 camerinos, saludos a conocidos, hay que afinar los instrumentos, un paseo nervioso por los pasillos, el SGAE, la prensa escrita y la hablada, la televisión, otro calentón de voces en un camerinos repleto de gente, las primeras fotos de grupo, las últimas palabras antes de la actuación, el aviso para bajar, la espera en la puerta lateral del escenario, el pase al proscenio y ver la puesta en escena situada en su sitio, justo estás delante de cortinas y esa voz que anuncia tu grupo… La bocanada de aire fresco al levantar cortinas, y justo ahí es donde comienza la magia...
Ayer comenzó el COAC de adultos, aunque hace días que comenzó con la cantera. La ilusión no se toca. La cantera no se toca. ¡Que Momo reparta suerte!