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Gerard Jofra, hijo de Eugenio: «Mi padre era un amante de las chirigotas, las veíamos juntos. Estoy viviendo un sueño hecho realidad»

«Hacer de Eugenio es muy difícil, pero hacer 12 Eugenios, eso es una brutalidad», destaca aplaudiendo con palabras la irrupción en este COAC 2025 de 'Los Calaítas'

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Gerard Jofra, sobre las tablas del Falla nacho frade
José María Vilches

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Eugenio. Único e inigualable. ¿Inimitable? La chirigota 'Comparsa Los Calaítas (fuimos a por tabaco)', una de las grandes sensaciones de este Concurso del Falla 2025 que poco a poco va tocando a su fin y que ya vislumbra en una esquina cercana la final del viernes 28 de febrero, ha vuelto a demostrar que sí.

Y ojo. Que no lo imita uno. Lo imitan 12. Y el otro ojo hay que ponerlo en que la agrupación cuenta con el visto bueno del hijo del propio Eugenio, el único, el inigualable... al que se ha imitado y se sigue imitando.

Gerard Jofra, hijo de Eugenio, está acompañando estos días a la chirigota. Sin disfraz, parece un componente más. Hoy ha hecho el pasacalles con ellos, ha estado en camerinos con ellos y se ha encargado de abrir la función: «Era mi padre, picha». Al acabar, se sumaba a la despedida y a la alegría general. Poca hay en el tipo, que se ya se sabe cómo era Eugenio, pero no todos los días se canta en las semifinales del COAC del Falla.

nacho frade

Antes de la actuación en camerinos para calentar voces, Gerard Jofra atendía a este periódico. Sin prisas, mascando palabras, hablando bien de su padre, hablando mal de quienes se han querido aprovechar de él a la hora de hacer un documental o una película, de quienes no han cantado las verdades del barquero a la hora de poner el foco en su figura. A día de hoy se siente artista, siente el nervio del escenario. Ha encontrado muchas respuestas a muchas preguntas.

Y lo que nos atañe estos días, la chirigota que rinde homenaje a su padre ha sido todo un regalo. Un regalo envuelto en humo. Está viviendo días especiales y ya se frota las manos pensando en volver a este teatro, un teatro que no deja indiferente a quien lo pisa con cariño.

«Estoy viviendo un sueño hecho realidad. Yo el jueves voy a hacer 56 años y en 15 días hará 24 años que mi padre no está. Llevo 24 años dedicándome a que perdure la memoria de mis padres. Mi padre era un amante de las chirigotas, las veíamos juntos. Mi padre me dejó entrever que yo tenía que acabar su obra. Le dije si yo tenía que subir a un escenario, hacer de él. Me dijo que no, que la vida se encargaría de hacer lo que tenía que hacer«, destaca.

«La verdad es que en todos estos años que ha habido una película yo no he subido a un escenario por miedo, porque el peso de Eugenio es mucho Eugenio, en todas las casas hay un Eugenio que lo han imitado, y yo pensaba, he hecho libros, he hecho películas, con 11 años perdí lo más importante de mi vida, que fue mi madre, y mi padre se hizo cargo de dos niños, estuvo con nosotros en todo momento. Se hace un documental que no es del todo cierto lo que se dice, porque si mi padre hace lo que dice el documental del año 80, cuando muere mi madre, no llega al 2001. Aquí se vende el morbo. De ahí yo escribo un libro donde pongo los puntos sobre la íes«, añade.

El documental, la película... «En 2018 me llama mi agente por lo de la película. Hay un guion del año 67 al 2001, pero luego, evidentemente, a nivel de directores, se decide que la peli se acaba en el 80, que es cuando muere mi madre. Esa película, revivir eso de mis vivencias, de lo que yo he vivido de pequeño, me ha ayudado a sanar heridas de un niño que pierde lo más importante. Me he ahorrado dinero en psicólogos y psiquiatras el hecho de tener esta película, y me ha permitido subirme ahora a un escenario, sin ningún tipo de miedo ni complejo, no hacer de mi padre, a contar mi vida, a contar cinco chistes suyos, y a reír ahí durante una hora y cuarto, relato historias y anécdotas que viví con mis padres desde bebé, que me llevaban a los pubs».

«Que yo esté vivo es un milagro de la naturaleza, porque de bebé, yendo a los pubs, plantándome en la barra, en un carro, en posición horizontal, viendo botellas de whisky, humo y todo, que yo esté vivo es un milagro. Entonces me ha permitido ahora mismo, desde hace dos años, primero hacer un cameo en la película, y encima ahora pues... Subirme a un escenario, perder el miedo«, piensa en voz alta.

La chirigota

Y la chirigota... «Yo decía, todo lo que llevo haciendo, como a mi padre le gustaban las chirigotas, no habrá nadie que haga... Hacer de Eugenio es muy difícil, pero hacer 12 Eugenios, eso es una brutalidad. El sueño que yo creía, que sabía que pasaría, como la película, que era una historia de amor de mis padres, se ha hecho realidad, y cuando yo lo vi, automáticamente les felicité, les agradecí, y he tenido la posibilidad de poder venir aquí a compartir esto, que es un regalo. Eugenio solo hay uno. Solo hay un Eugenio. Lo que pasa es que Eugenio es de todos, pese que Eugenio no acabó de triunfar ni de actuar en Andalucía como creo que tenía que ser, por circunstancias de la vida o por el tipo de humor... con los años se está viendo lo querido que es Eugenio«.

«El autor de esto tiene un año cuando muere mi padre. Ojalá pueda venir muchos años a estas tierras, a subirme al escenario a regalarme ese lujo«, concluye el hijo de Eugenio, de nombre Gerard Jofra.

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