carnaval de cádiz

La final del Falla que da gloria verla... ¿Es buena, eh?

Con el guion sobre la mesa, era para comérsela entera. Ya luego entran en juego factores como el sueño y el cansancio... pero el nivel, especialmente en chirigotas, ha sido para enmarcar

Miriam Ballesteros, con el cuarteto del Gago nacho frade

J.M.V.

CÁDIZ

La final del Falla lo mismo se te puede hacer eterna que se te puede pasar volando. Y para quienes la vieron pasar con alas, no empezó a las ocho de la tarde, empezó mucho antes. Quedaba lo suyo para que se oyera la presentación del coro 'Las entrañas de Cádiz', agrupación encargada de abrir la última sesión de este COAC 2025, y el ambiente fuera del teatro no se recordaba igual. Dentro también se palpaba la fiesta.

Quienes se sumaron más tarde, acabarían metiéndose pronto en la cama. Y es que la noche más larga del año en la Tacita de Plata cada uno se la toma como le viene en gana. No hay obligaciones para quienes no se dedican a esto de una otra manera. Y de los derechos ya se sabe, son sagrados mientras no traigan de la mano zancadilla para otros.

La final, con el guion sobre la mesa, era para comérsela entera. Ya luego entran en juego factores como el sueño, el trabajar o no al día siguiente, lo poco o lo mucho que se durmiera la noche anterior... pero el nivel, especialmente en chirigotas, era para enmarcar.

'Los disléxicos' se encargaron de levantar a la gente de sus butacas con el pasodoble a niños y niñas con dislexia. Y acto seguido, 'Las ratas' de Jesús Bienvenido sentaban como un café. Subidón.

No había descansos, y una mujer tenía que ser atendida al sufrir un desmayo por lo que pareció ser una bajada de tensión. Le atendieron en una ambulancia a las afueras del teatro, pero en el traslado ya estaba consciente. Con el cuarteto del Gago, imposible venirse abajo. Nada más acabar, con el coro de Julio Pardo calentando voces... las once de la noche. ¿Una cerveza y algo más? Pues sí, mucha gente se fue a tomar algo y la imagen en patio de butacas y palcos hablaba por sí sola.

Con la chirigota 'Comparsa Los calaíta (fuimos a por tabaco). Una chirigota de toda la vida...' el ambiente, más allá del humo de los 'cigarros', era un clamor.

Con un botellón en la plaza del Falla con cada vez más 'susurros' colándose en el interior del teatro de la mano de lo que se comentaba en el ambigú, llegaban los turnos de la comparsa 'El cementerio' y el cuarteto 'Un clásico nunca falla', que contaba con sus adeptos y fieles disfrutando de ambas actuaciones. Ya se superaba la una de la madrugada. La vida siempre tiene dos versiones y opciones para todo: y en este caso era coplas o copas.

A eso de las dos de la mañana, turno para el coro de Luis Rivero: 'Cádiz, el show'. Una función dentro de una función. Era buen momento para renacer, con la chirigota del 'Yuyu' a punto de salir a escena. A esas alturas, salir fuera del teatro era tener la sensación de estar rodando un capítulo de la serie 'Walking Dead'.

El 'Yuyu' ganaba puntos, aunque también decepcionaba repitiendo un pasodoble y un cuplé. Daba que hablar. Y tras su actuación se miraba el reloj: quedaban por salir a las tablas la comparsa 'Los del otro barrio', el coro 'El gallinero', la chirigota 'Los butaneros, chirigota de CAI/CDC' y la comparsa 'La tribu'.

Gran recta final... para unos eterna, para otros, ya cada vez menos, volando con un ala tocada. Las muchas cosas que ofrece la comparsa provocó atención solemne, el coro volvió a enganchar de principio a fin y la chirigota de Remolino no dejó dormir a nadie, irrumpiendo con fuerza.

La guinda la puso la comparsa 'La tribu'. A esas horas, tanto mérito tenía escuchar como cantar. Y ambas cosas estuvieron a la altura.

Es la final del Falla que, con sus pros y sus contras, da gusto verla... ¿Es buena, eh?.

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