Los esclavos prestan sus gargantas

'Los renacidos' supuso el renacer de un grupo y marcó el período de transición hacia una nueva era. El grupo sigue siendo reconocible en el apartado vocal e interpretativo, pero este año se nota que las manos que manejan los hilos de estos esclavos son las de Miguel Ángel García Argüez.

'El Chapa' ha impuesto su sello con una obra alegre, profunda y nostálgica. Quizás, con menos pasión de otras comparsas de este autor, pero con la misma carga de mensaje en cada cuarteta. Todo acompañado por el cañailla Raúl Cabrera que se ha destapado como un gran músico de la fiesta.

Los esclavos, desde que se plantaron en cuartos, no han parado de subir el nivel de las letras con un ritmo que parece inalcanzable para casi todos en la modalidad. Argüez maneja con destreza ese arte de introducir lo cotidiano en la literatura, para atraparte en la trama para luego rematarlo con un mensaje duro y certero. Durante este Concurso ha dado buena muestra de ello con letras que ya forman parte de la historia. En esta última fase había que arriesgar para asestar el golpe definitivo y ellos lo hicieron. Un primero literario a un amor de Carnaval y el segundo al Noly con la propia música del maestro.

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Fotos: Comparsa 'Los esclavos'

MANUEL FERNÁNDEZ / MIGUEL HERNÁNDEZ

La comparsa de Miguel Ángel García Argüez debutó en esta Gran Final

«Sin decir nada yo fui su esclavo». Si hay amores de verano, cuántos habrá de Carnaval. A los amores de febrero le cantaba el poeta. Sacaba su pincel a pasear en una letra maravillosa. «Ella era más bonita que una guitarra sin dueño». Pero febrero se va y «caducan los amantes». «Cuando me quieras encontrar en la penumbra del portal, mi corazón de carnaval te está esperando», para rematar. Argüez brilla como en sus mejores tiempos en este Concurso.

Comienza el segundo pasodoble con una disculpa. No serán los acordes de Cabrera los que suenen en esta pieza. Quiere el letrista volver a esa unión mágica que se acabó hace tres años con 'Los listos'. Suenan los pitos y llegan los acordes. El compás del Noly vuelve a una Gran Finaldel Falla con una música chirigotera. Justo y sentido homenaje del poeta en una letra de pasodoble que no llegó a retumbar como la ocasión merecía.

Un primer cuplé a las actividades extraescolares y un segundo a Quiñones en una simpática tanda. Con la excelencia de su popurrí, cerró su actuación una de las mejores comparsas del Concurso. Arriesgó el grupo con el segundo pasodoble para una pelea que se antoja muy intensa. Ellos, parece que no atinaron como en semifinales y dejaron una rendija abierta en esta Final. Una Final que no es tal, es más el fin de una carrera de fondo con el arrastre de los puntos.