La Universidad de la calle

Llevamos ya unas cuantas sesiones de preliminares a las espaldas, y en estos dias me sigo acordando de nuestro entrañable Paco Rosado. Recuerdo claramente aquellos comentarios que hacía en sus retransmisiones para Onda Cádiz, en los que, en muchas sesiones de preliminares se preguntaba aquello de … «¿Pero esta gente no tienen familia?»...seres queridos que les digan: no, mejor no vayáis al Falla, todavía os falta un poquito para dar ese salto, y os lo decimos porque os queremos, no por ofender. Ojo, y no me refiero necesariamente a las agrupaciones venidas de fuera, ni mucho menos, ya que por pura estadística son muchas más las de aquí, que deberían dar una vueltecita de tuerca antes de enfrentarse al concurso a tumba abierta.

En mi caso particular, me encuentro a escasos dos días de presentar nuestra agrupación en el teatro, y los nervios, los detalles, los preparativos de esta previa, me hacen aumentar aún más si cabe el respeto que merecen las personas que pagan por presenciar un espectáculo digno, un carnaval de los de terciopelo rojo, de los que hay que llevar al espectador con un mínimo de calidad. Y no quiero quedar de pedante ni de excluyente con nadie ni contra nadie, porque eso de que Cádiz piense en cerrar sus puertas a las agrupaciones sin nivel en el concurso es falso.

El concurso está abierto a todos, lo que sí es verdad es que la responsabilidad de hacer una criba, como algunos proponen en el Palacio de Congresos o en algún otro recinto, es una responsabilidad que recaería en la organización del concurso. Yo creo que la responsabilidad más bien debería recaer en las propias agrupaciones, y me explico… ¿Por qué no sacar tu agrupación a la calle los primeros años?... ¿por qué no dar unas cuantas asignaturas de casapuerta ? ….¿por qué no hacer algún master de escalera de correos antes de dar el salto al coliseo de las coplas? …¿por qué no graduar tus coplas primero en la Universidad de la calle?... ojo, que alguno incluso podría quedar ya envenenado por ese maravilloso mundo del carnaval callejero y ,a lo mejor, ya no buscaría ese terciopelo rojo y ese encorsetamiento en las normas que tiene el concurso… quizás de esa forma todos saldríamos ganando, y la calidad aumentaría a ambos lados de las paredes de ladrillos coloraos, amén de disfrutar en ese caso de mejores repertorios. Por eso reivindico desde aquí que se haga uso de la matrícula gratuita que brinda la Universidad de la calle para todos los carnavaleros.

Cadiz no cierra las puertas a nadie, más bien el respeto a este concurso debe residir en cada uno de los que vienen a enfrentarse a él…. Cuánta verdad había en aquellos comentarios de Paco… y es que … se están perdiendo los ensayos generales… y lo que es peor… la sinceridad de nuestras familias.