COAC 2023
Un Concurso arrastrado por las preliminares: las claves del COAC 2023
El excesivo número de agrupaciones y el descarte de los puntos en clasificatoria impiden comprobar el nivel de un COAC con más luces que sombras
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Un coro para cada aficionado
Que el coro se muere, decían. Que ya no engancha. Que el ambigú se llena cuando un coro se planta en las tablas. Que sí, que puede que sea cierto, pero el coro ha ampliado las miras y la variedad de estilos hoy es más considerable que nunca.
El Concurso lleva varios años mostrando que hay un coro para cada aficionado. Un tango para cada gusto. Estilos para los nostálgicos, para el nuevo aficionado o para aquel que se bebe cada tango, sea cual sea la fuente.
Esta preliminar ha dado buena fe de ello. Coros nacientes como el de Barbate o Chiclana. Coros legendarios y clásicos que apuestan por nuevas ideas frescas en su repertorio. La literatura, el mensaje y el compromiso social en popurrís donde antes apenas había profundidad en el contenido. El coro clásico de siempre. El que apuesta por la musicalidad, el trabajo y la escena. Hasta grupos que cuidan el apartado lumínico. El coro es la modalidad capaz de usar todos los recursos que el espectáculo le pone por delante. No hay idea que sean capaz de desechar.
Cada vez, ese mensaje de que el coro se tiene que reciclar queda más manido. Si el coro no engancha no será por la variedad en la propuesta. Los coristas, casi siempre ortodoxos por definición, hace tiempo que pusieron de su parte para revitalizar la modalidad. Otra cosa es el nivel de cada año y que la idea guste menos o más. Pero la oferta está ahí, para que el aficionado escoja y el coro vuelva a enganchar.
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La eclosión de las mujeres en el COAC
La mujer ha resuelto a las primeras de cambio una de las grandes incógnitas de este Concurso. ¿Sirvió para algo una comparsa femenina por primera vez en la Gran Final?. Pues la respuesta ha sido un sí rotundo. El éxito de 'We Can do...Carnaval' y de Marta Ortiz ha desatado no sólo una eclosión de mujeres sobre las tablas del Falla sino también un descaro hasta ahora desconocido en las letras que se cantan sobre las tablas del Gran Teatro Falla.
El feminismo ha traspasado los límites de la representación para adentrarse en la creación, una de las puertas que estaban cerradas y que se han abierto de par en par en el COAC 2023.
Sólo hay que sacar a la luz los datos para corroborar este cambio de tendencia en el COAC. El número de agrupaciones con representación femenina se ha elevado a 28, lo que supone en torno a un 26% de la participación total. Unos números que comienzan a caminar hacia la igualdad, al alcanzar ya representación en 11 coros, 14 comparsas y tres chirigotas. Tanto en coros como en comparsas, la voz femenina ya se ha normalizado mientras que el gran reto se encuentra ahora en las modalidades de chirigotas y cuartetos, con una presencia casi nula.
También la autoría femenina ha mejorado sus números en 2023, con seis firmas de mujer, un número aún insignificante para la dimensión de este Concurso pero mayor que en la edición anterior. A Marta Ortiz y María Nuñez, se han unido en esta aventura autoras como Alba Fernández, Débora Morón, María del Mar Ramos y María del Pilar Vizcaíno. Ahora sí, la mujer está escribiendo una nueva página de la historia del Carnaval de Cádiz.
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Vuelta a temas locales
Tras varios años donde se echaban en falta temas locales, parece que en este concurso se atisba una recuperación de la esencia del carácter local del carnaval de Cádiz. Los autores, quizás motivados por la reflexión a la que el parón pandémico ha obligado, han puesto de nuevo el foco en la ciudad.
En los últimos años era difícil encontrar referencias a asuntos cercanos en los repertorios y los golpes chirigoteros se habían generalizado tanto que era mucho más fácil encontrar a Ortega Cano, Chicote o a concursantes de la Isla de los Famosos antes de personajes gaditanos como la Petróleo o Miguel Clarés.
Los ciclos del carnaval son cambiantes y este COAC parece que inicia una recuperación de temas locales. El repertorio de las chirigotas del Lacio y de Manolín Santander están plagados de gaditanismo y los dobles sentidos y las chanzas del cuarteto del Gago también.
Ellos son la punta de lanza en esta recuperación a la que también asoman Sheriff, Jona y la comparsa de la cantera entre otros.
Las Brujas Piti cantaron al estado de la plaza de Macías Rete, Paco Alba le cantaba a la Caleta y a la restauración del barrio de la Viña con Los del Fin de Curso, el Crimen del mes de mayo utilizó la gran final para denunciar la infravivienda y Martínez Ares dibujó la situación tremenda que estaba padeciendo el barrio de Santa Maria en los años 90… coplas de Cádiz para Cádiz que entendían el carnaval como la voz del pueblo, la crítica y la denuncia, valores muy alejados de los contratos, las redes sociales y la mercadotecnia que impera en el concurso actual… quizás volvamos al origen, este COAC 2023 está sacando a flote algunos brotes verdes.
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Sin arrastre, es un trámite para las grandes
El debate seguirá ahí y cuenta con difícil solución. Cada año se experimenta con una u otra fórmula pero no termina de convencer plenamente ninguna postura. La organización exponía en sus bases reglamentarias que las puntuaciones de preliminares no se arrastrarían para la siguiente fase de cuartos de final.
La consecuencia es que varias agrupaciones, especialmente las grandes, las de renombre, se han guardado muchas letras y han soltado las coplas más flojas. Ha sido un trámite para ellas, y hasta lo reconocían ante los micrófonos y bolígrafos después de la actuación. Sobre todo se ha maltratado al cuplé. Esto repercute negativamente en el nivel de calidad de la clasificatoria, que para muchos se convierte en una criba televisada.
Hay quien asegura que la primera impresión es la que cuenta. Que quien golpea primero, da dos veces. Antes quizás, pero ahora forma parte más del tópico. Las agrupaciones crecen durante el Concurso y esa sensación de superación les favorece a medida que se desarrolla el certamen, cuando incluso se les compara con ellas mismas. Resulta hasta interesante llegar a cuartos de tapado, y ahí todos empiezan de cero.
Esta medida del no arrastre es especialmente útil para el jurado, evitando los disparates en la valoración que pueden producirse en una primera escucha sin tener aún referencias firmes. Pero resta calidad al Concurso y sobre todo a la primera fase, que no debe olvidarse se retransmite de Cádiz para el mundo. Y al fin y el cabo, el COAC es un concurso de repertorio.
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El cansancio de los grupos
Este año presenta una característica que nunca se había vivido en el Carnaval de Cádiz. Y es el cansancio de los grupos y, sobre todo, de los autores, por la proximidad de fechas de los concursos de 2022 y 2023. No son pocos los autores que calificaban como agotador el tener que montar unos repertorios para mayo y otro para enero.
La coincidencia en la queja no entendía de clasificaciones e iba desde quienes lograron los galardones más altos a los que se quedaron pronto atrás. Así, José Manuel Sánchez Reyes, autor junto con Manolín Santander de Los Viñanos (el año pasado La Misión, el Evangelio según Santander), indicaba que había sido «agotador» haber cantado el 15 de enero con el antiguo grupo y el 31 del mismo mes con el nuevo. Martínez Ares, que defiende el primer premio de comparsas del año pasado, también lamentaba que las agrupaciones están pagando «el despropósito de un carnaval que se impuso por una decisión política» y resaltaba lo tortuoso de someter a esa tensión el proceso creativo.
Un diagnóstico parecido hacía Palmi Santander, directora de El Cantón de Cádiz, que el año anterior fue uno de los grandes cajonazos con La Predicadora. «Nuestro luto ha sido muy corto, solo de seis meses; no nos habíamos recuperado del todo del palo del Falla». Pero a nivel práctico, la pequeña de los Santander explicaba que «montar una agrupación lleva mucho de logística, de cobrar cuotas para los gastos, de pensar y preparar los tipos... un trabajo agotador que se hace por amor al arte pero que con tan poco tiempo de diferencia, desgasta».
Incluso en agrupaciones que no habían salido el año anterior, se ha notado esa prisa. Nandi Migueles, alma mater del coro de los niños, explicaba que «las ideas tenían que ser más frescas, porque en verano se se estaban cantando coplas, hemos tenido que pegarnos más a lo actual para no sonar antiguos«.
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El Falla ya sí perdona
Años atrás, cuando una agrupación no llegaba al mínimo exigible dentro de lo esperable para un concurso del prestigio del COAC, el Falla condenaba con gran cachondeíto. El grupo de turno rápidamente pillaba la indirecta, o muy directa en algunos casos, y se ponía las pilas para el siguiente año o se lo pensaba muy mucho para futuras ocasiones si la subida de nivel no era evidente.
No es que haya que condenar que eso ahora no pase. Los tiempos han cambiado, el carnaval se ha universalizado y el sistema de compra de entradas es ahora accesible para cualquiera a través de internet, por lo que el Gallinero no tiene la maldad de antes, copado por gente de Cádiz con veteranía en la fiesta y el colmillo afilado.
También es verdad que habiendo mejores o peores agrupaciones, el nivel mínimo, con deshonrosas excepciones, es actualmente mejor en general. Porque se recuerdan grandes pestiños que probablemente ni el público de hoy dejase pasar sin castigo. Igual la implantación del pago de una fianza ha echado para atrás a algunos insensatos del 3x4.
En cualquier caso, ahora el respeto es máximo a todas las agrupaciones. Algo que nunca es mala noticia, aunque su calidad sea dudosa. La cuestión es saber si el Falla está perdiendo su vieja esencia de guardia pretoriana del concurso o simplemente está evolucionando de la mano de un nuevo carnaval mucho más mediatizado y con mayor alcance. Y ninguna de las dos opciones tiene por qué ser necesariamente mejor o peor.
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«Esto ya ha salido»
Ha sido una de las frases más repetidas del Concurso. «Esto ya ha salido». Especialmente con las grandes agrupaciones, que acaparan focos y marcan tendencias. (Casi) todo está inventado en Carnaval y, sin embargo, este año es demasiado evidente. Y en cierto modo incomprensible, pues con el derroche de talento de autores e intérpretes, extraña que se inspiren-copien-plagien propuestas muy reconocibles y en algún caso hasta nada agradables.
La comparsa de Martínez Ares 'La ciudad invisible' es la tercera parte de su trilogía, por lo que siguen siendo los sumisos (sobre ellos se confecciona el tipo). 'Caminito del Falla' de Tino Tovar luce muy parecido a 'Los quijotes del Sur' de Antonio Martín y recuerda a 'Los peregrinos' de Juan Carlos Aragón. Espejos muy reconocibles. 'Los esclavos' de Chapa y Cabrera recuperan la idea de 'El titiritero' de Martín y comparten demasiadas similitudes con una agrupación de Aracena del mismo nombre. También 'Los trampucheros' de Germán Rendón recordaba en su puesta en escena a 'Los buscavidas' de Antonio Martín e incluso la ambientación tenía un cierto aire a 'Las noches de bohemia' de Juan Carlos Aragón. Y hasta el disfraz del Jona de 'Los peliculeros' es muy parecido a 'Doremifasoleando'.
Siguen saliendo romanos, piratas... un golpe a la originalidad. Quizás el escaso tiempo entre un Carnaval y otro ha provocado apostar por lo seguro y no ha dado tiempo a comerse mucho el coco. También se ha mirado y cantado mucho al año pasado.
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Buen nivel en chirigotas y coros, manda la comparsa y el cuarteto sigue en crisis
El COAC 2023 sigue siendo un magnífico escaparate del talento gaditano y andaluz. Es una de las mejores expresiones artísticas de esta tierra, y el nivel medio es altísimo. Se puede criticar que unos años haya más o menos calidad que otros, ciertos aspectos de la organización y las normas del Concurso y a veces falta de originalidad, pero que participen 109 agrupaciones de adultos (131 en la cantera) y la gran mayoría lo haga de forma notable es digno de elogio. Ya es muy difícil que vengan agrupaciones malas, malas, malas, como antaño.
Este curso ha sorprendido por el buen nivel en chirigotas, gracias en parte a los regresos (Vera Luque, Puerto Real, Sevilla...) de aquellos que no estuvieron en mayo, más la incorporación de grupos jóvenes y nuevas formaciones tanto locales como foráneas. Se ha apretado la competencia y el pase a cuartos ya era complicado. Ocurre igual en los coros con la vuelta de Nandi Migueles y Julio Pardo, que se unen a los Estudiantes, Rivero, Chapa más el coro de Barbate y el de Chiclana.
En comparsas la exigencia es máxima y se aprecia una frustración por excesivo inconformismo. Las obras de Martínez Ares y García Argüez son de tal profundidad que necesitan de horas y pases para que se desarrolle en su justa medida. Han mejorado Jona, Cheza, Germán G. Rendón y continúa a buen nivel la cantera, junto a la irrupción de Manolo Cornejo y el excelente momento de las féminas. Pero sí, al no haber pelotazo, la sensación es ligeramente negativa. Un tanto injusto.