COAC 2025
'Comparsa Los calaíta (fuimos a por tabaco)': Los Eugenios ya enganchan y no son humo
La magia escénica se produce tras sumar un dilatado compendio de argumentos para que luego surja ese imponderable, la 'sinrazón', más cercano a lo místico que a lo terrenal, que eleva o tumba a quien se sube a las tablas. Estos chirigoteros van en un cohete
Ale 'El Peluca', autor de 'Los Calaíta':«Me gustaría llegar lo más lejos posible, pero estoy pagado ya con el cariño de la gente»
El original y multitudinario pasacalles de la chirigota 'Los calaíta' en su llegada al Gran Teatro Falla
Chirigota
Comparsa Los calaíta (fuimos a por tabaco)
- Autor Alejandro Pérez Sánchez
Recitan la presentación, hablada en sus primeras estrofas. 'Los calaíta' son la sensación del Concurso. Todos los años hay una, es diferente y suele ser en la modalidad chirigotera. La magia escénica se produce tras sumar un dilatado compendio de argumentos para que luego surja ese imponderable, la 'sinrazón', más cercano a lo místico que a lo terrenal, que eleva o tumba a quien se sube a las tablas. Estos van en un cohete.
«Cuartos es el público más serio del Concurso. Me encanta», bromean los Eugenios. El personaje está perfectamente construido. Con un ingenio abrumador, mucho más elogiable al venir de la cabeza de un chico con sólo 25 años. Se han metido en el alma del cómico catalán y se han empapado de su esencia. Con algún golpe de Cádiz, claro: 'ole tu madre, olerá la tuya'.
Máxima predisposición del público para la risa, lo que impulsa a la chirigota. Una predisposición ganada con un talento todavía difícil de asumir porque, sencillamente, esto es otra cosa. Se le ha comparado con Selu por la interpretación, pero es más cuño de Luis María. Ni García Cossío se ha atrevido a tanto. Gran pasodoble contra el fútbol moderno, no de carcajada pero sí de sonrisa constante. Más digerible que el segundo.
Tiran por las cupletinas, acierto. Puntos de surrealismo desconcertante. No es humo, es talento. El doble miembro de los siameses en el momento de la micción, las heces como crema hidratante para la piel, la risa de Mirian Peralta... el tratamiento evita lo escatológico (ayuda mucho la música) y mantiene la incertidumbre. Este tabaco engancha, como su estribillo.
El popurrí les consagra. Han aprovechado este periodo entre fases para mejorar y corregir posibles deficiencias. Cuartetas de gran mérito como la de los 'palabros' gaditanos. Más que el repertorio en sí (con menos fundamento si fuera en un libreto), la excelsa interpretación le otorga un valor inmenso a la actuación. Por ello, es una propuesta magnífica, pero difícil de valorar en un Concurso donde se puntúan diversos parámetros, no se nutre de la impresión general. Y donde ellos están abriendo camino en una senda aún desconocida, que bebe de varias influencias pero es absolutamente novedosa en su conjunto.
Felicidad máxima de que el aficionado no se haya 'fumado' esta chirigota y sepa apreciarla en su justa medida. Son buenos, eh.
Tú puedes puntuar a la agrupación.